34 MILLONES DE EMPLEOS SE PERDIERON POR LA CRISIS EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

34 MILLONES DE EMPLEOS SE PERDIERON POR LA CRISIS EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

30 septiembre, 2020 0 Por Rene Davila

Foto: Internet. Drástica contracción del empleo y los ingresos en la región.

Fuente: OIT Noticias

La OIT alertó sobre la necesidad de adoptar estrategias inmediatas para enfrentar la crisis laboral provocada por la COVID-19, que ha causado la pérdida de al menos 34 millones de empleos, y que podría generar una amplificación de las desigualdades en América Latina y el Caribe, en un contexto de incipiente recuperación registrado en las últimas semanas.

Enfrentamos un desafío sin precedentes, el de la reconstrucción de los mercados laborales de la región, lo cual implica enfrentar fallas estructurales que se han agudizado con la pandemia, como son la baja productividad, la alta informalidad y la desigualdad de ingresos y de oportunidades de trabajo decente, dijo el Director de la Organización Internacional del Trabajo -organismo especializado de las Naciones Unidas- para América Latina y el Caribe, Vinícius Pinheiro.

La OIT presentó este miércoles la segunda edición de su “Panorama Laboral en tiempos de la COVID-19: Impactos en el mercado de trabajo y los ingresos en América Latina y el Caribe”, en el cual advierte de “la drástica contracción del empleo, de las horas trabajadas y de los ingresos”. Al mismo tiempo, el informe destaca que a partir del tercer trimestre de 2020 se detecta una recuperación en los niveles de actividad económica, y los primeros datos revelan una incipiente recuperación del empleo y un retorno a la fuerza laboral.

El Panorama Laboral dice que durante esta crisis “34 millones de trabajadores perdieron su puesto de trabajo (algunos de manera temporaria)”, según la información disponible de 9 países que representan más de 80% de la población económicamente activa de la región. La tasa de ocupación llegó a 51,1% al primer semestre, representando una fuerte reducción de 5,4 puntos porcentuales respecto del registro del mismo período del año anterior, lo que representa “un valor mínimo histórico”.

Pero el análisis de la OIT también advierte que “las caídas en el empleo no se reflejaron completamente en aumentos en la tasa de desocupación debido a las masivas salidas de la fuerza de trabajo”. Esas salidas de la fuerza de trabajo o transiciones a la inactividad se reflejaron en que la tasa de participación laboral también registró una caída sin precedentes al reducirse del 61,3% al 52,6% entre el primer y segundo trimestre de este año. Ello implicó que 32 millones de personas dejaran de ser económicamente activas.

Con respecto a la tasa de desocupación, el informe dice que este indicador promedio para 9 países con información disponible fue de 11,5% durante el segundo trimestre, 2,2 puntos porcentuales más elevado que en el primer trimestre de este año. Ello implica que alrededor de 2 millones de personas adicionales que perdieron el empleo y continuaron buscándolo. Las salidas netas de la fuerza de trabajo hacia la inactividad representan el 94% de la pérdida total de puestos de trabajo por la crisis de la COVID-19. El 6% restante se traduce en aumentos en el volumen de personas desempleadas.

“Si la población que perdió su empleo hubiera permanecido dentro de la fuerza de trabajo (como desocupada) el impacto sobre la tasa de desocupación hubiera sido significativamente más elevado”, dice el informe de OIT. Lo mismo ha sucedido con la informalidad, que según datos disponibles ha disminuido en algunos países, porque las personas pasan a una situación de inactividad ante las dificultades para trabajar.

Pero tanto la tasa de desocupación como la de informalidad podrían subir a medida que se concrete la reapertura de las actividades y se reactive la demanda. Quienes salieron de la fuerza laboral a causa de la COVID-19 constituyen una “oferta de trabajo potencial que seguramente regresará a buscar empleo”.