LA MAFIA DE LOS CLONES: ASÍ INGRESAN MILES DE AUTOS DE CONTRABANDO

LA MAFIA DE LOS CLONES: ASÍ INGRESAN MILES DE AUTOS DE CONTRABANDO

7 octubre, 2025 0 Por Rene Davila

Foto: MCCI. Las aduanas de Reynosa y Matamoros, rutas del huachicol fiscal, la puerta de 40 mil autos que cada año ingresan con placas clonadas y permisos temporales reutilizados.

Fuente: Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI)

Por: Valeria Durán, Las aduanas de Reynosa y Matamoros, también usadas para el huachicol fiscal, son la entrada de 40 mil autos al año con placas clonadas y permisos falsos.

La barrera metálica de la aduana se levantó aquel viernes, a las 11:21 de la mañana, y un Ford Fussion blanco avanzó lentamente hacia territorio mexicano, con una placa texana visible en la parte posterior. Dos minutos después, a las 11:23, un BMW de lujo modelo 535 cruzó la frontera con la misma matrícula. En la sala de monitoreo de Aduanas, la duplicación encendió la primera alarma.

Lo singular de este hecho fue que se dio en dos aduanas distintas. Un vehículo atravesó por el cruce fronterizo de Matamoros y el otro por el de Reynosa, distantes 90 kilómetros uno del otro.

El rastreo reveló algo aún más inquietante. Un día antes, un Volkswagen modelo GTI Hatchback había ingresado a México con esas mismas placas, las originales. Y no fue el único. Días después, una Chevrolet Equinox color plata, un Jetta negro y otro blanco repitieron la maniobra: todos cruzaron la frontera portando la placa con número HDY9677 de Texas. Lo que parecía una irregularidad aislada terminó mostrando una operación mucho mayor, de una red de autos que atravesaban los cruces de Matamoros y Reynosa con láminas clonadas.

El cruce del BMW y del Ford, con una diferencia de apenas dos minutos, ocurrió el viernes 30 de abril de 2021, y fue el punto de partida de una investigación que llevó al hallazgo de un patrón que se ha replicado para la introducción de decenas de miles de vehículos de contrabando, aprovechando las facilidades de regularización que ha venido ofreciendo el Gobierno federal desde el pasado sexenio.

Sobre ese hecho, la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) emitió la siguiente alerta, en la que advertía que los autos podrían estar siendo utilizados para introducir productos ilícitos, como armas o sustancias prohibidas:

“Los conductores de los dos vehículos (BMW y Ford) se presume estarían usando placas sobrepuestas para introducirlos ilegalmente al país, incurriendo así en las infracciones de la no acreditación de legal estancia en el país y probablemente también la no legal tenencia, amén de que quizá estos mismos sean los medios para transporte de bienes ilícitos”.

Además de las placas, también se duplicaron permisos temporales de cartón para introducir autos chuecos. Un caso: el permiso temporal 91635R5 registró 728 cruces en cuatro meses, es decir, 728 vehículos diferentes entraron a territorio mexicano utilizando el mismo permiso provisional para circular sin placas.

El permiso 70601N3 registró 220 cruces en 10 meses y el permiso temporal 96447X5 sumó 253 cruces en apenas un mes.

Los reportes internos de la ANAM apuntaban a que placas y permisos eran reutilizados una y otra vez, hasta convertir el fraude en un sistema. En un monitoreo de ocho meses, los registros del Centro de Procesamiento Electrónico de Datos detectaron que 3 mil 896 placas distintas fueron usadas reiteradamente para introducir 27 mil 239 vehículos ilegales al país, por los puestos fronterizos de Reynosa y Matamoros.

Con base en el monitoreo anterior, en promedio cada mes cruzaron por esas aduanas de Tamaulipas 3 mil 400 unidades de contrabando, lo cual representó el ingreso de 40 mil autos ilegales cada año mediante la clonación de placas.

Legalización del contrabando por decreto

Mientras los inspectores documentaban cruces sospechosos, líderes de organizaciones campesinas del norte anunciaban que pronto se legalizarían los llamados “autos chocolate”. Y la profecía se cumplió, porque el 18 de octubre de 2021, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador emitió un decreto que abrió la puerta a la regularización masiva de vehículos de procedencia extranjera.

Lo anterior significaba que los mismos vehículos que habían ingresado con placas duplicadas y que la aduana había catalogado como posibles medios para transportar bienes ilícitos quedaron protegidos bajo ese decreto. Las unidades que habían ingresado como contrabando encontraron, de pronto, un salvoconducto legal. Mientras las autoridades aduanales detectaban el patrón de duplicación de placas y permisos, la maquinaria política marchaba en dirección contraria, hacia la legalización.

El decreto no se detuvo en aquel primer impulso. Con sucesivas ampliaciones, fue extendiendo su vigencia hasta septiembre de 2026.

La más reciente reforma al decreto fue firmada por López Obrador cuatro días antes de dejar la presidencia, con vigencia por dos años más.

Ganancias millonarias con la regularización

Para los distribuidores de autos establecidos en México, cada prórroga impulsaba la entrada indiscriminada de vehículos usados, debilitaba la economía formal y fortalecía a quienes lucraban con el contrabando.

La entrada masiva de vehículos usados sólo beneficia a las mafias que lucran con su introducción y comercialización, declaró el dirigente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) tras la ampliación del decreto.

En uno de sus comunicados, Guillermo Rosales, presidente ejecutivo de la AMDA estimó que, entre octubre de 2021, -cuando se emitió el decreto- y hasta mediados de 2023 -cuando se otorgó una nueva prórroga- habían sido regularizados 1 millón 600 mil vehículos.

“No es posible que después de casi 1.6 millones de vehículos regularizados sigan ingresando diariamente vehículos en contrabando, habiendo lista de espera y ninguna penalización clara para los propietarios que no legalicen sus unidades, por lo que este fenómeno continuará como una regularización sin fin”.

La cifra actualizada al cierre de 2024, es de dos millones 200 mil unidades legalizadas. Según sus cálculos, eso le habría generado una ganancia de más de 2 mil 200 millones de dólares al crimen organizado, ya que por cada vehículo regularizado los contrabandistas ganan alrededor de mil dólares.

En diferentes entrevistas, como la que dio en marzo de 2024 a Aristegui Noticias tras la penúltima ampliación de plazo, el presidente de la AMDA lo calificó como “un golpe terrible para la legalidad y la economía formal”.

Calculó que la legalización de estos vehículos les ha significado una disminución del 30% en la venta de vehículos usados en los estados del norte del país.

“Todos los días siguen entrando vehículos de contrabando. Es un negocio muy fuerte que está siendo controlado por el crimen organizado, libremente circulando estos vehículos a través de los puentes fronterizos, y con ello fortaleciendo una red de corrupción y de enriquecimiento adicional al crimen organizado”.

Seis meses después de esa entrevista, el 26 de septiembre de 2024, Andrés Manuel López Obrador emitió otra reforma al decreto para ampliar la legalización de los llamados autos “chocolates” hasta el 30 de septiembre de 2026.

MCCI habló con Guillermo Rosales, quien declaró que las ampliaciones al decreto no tienen justificación, ya que los vehículos que se están regularizando no cumplen los requisitos señalados en la ley.

“La única explicación que encuentro (…) es por un lado que hay mucho dinero de por medio fluyendo entre los funcionarios y, bueno esta es especulación mía, que también se reflejó en el dinero hacia campañas políticas. Llama mucho la atención que con los propios reportes del Ejército en cuanto a la vinculación de los grupos del crimen organizado en este negocio (venta de autos chocolates), que el presidente se haya cegado a toda esta información y haya decidido mantenerlo. No hay una explicación que atienda a propósitos sanos de gobierno”.

El presidente de la AMDA dijo que la legalización de vehículos que entran de contrabando afecta directamente los aproximadamente 175 mil empleos, que genera la red de más de 3 mil distribuidores de automóviles de todo el país.

“Hay una transgresión a la ley y un preocupante actuar de las mafias, que están incrementando sus utilidades y sus beneficios económicos al amparo de este decreto”.

Corrupción en aduanas

En el monitoreo que realizó la ANAM en los cruces fronterizos de Matamoros y Reynosa detectó indicios de corrupción. De los más de 27 mil vehículos que en ocho meses ingresaron con placas duplicadas, el sistema de semáforo rojo activó sólo 787 alertas. Y de esas, apenas dos terminaron en embargo formal.

La falla no era técnica únicamente, sino humana. Los videos revisados mostraron que la mayoría de las alertas rojas no se siguieron conforme al protocolo de inspección, y en uno de los casos incluso apareció evidencia de complicidad de personal aduanal. Un encargado que habitualmente operaba en el cruce habría facilitado el paso, y cuando otro funcionario tomó su lugar, el vehículo terminó embargado.

Un reporte de la ANAM, elaborado a partir del monitoreo, dice textual: “Se tiene una aparente evidencia de involucramiento de un encargado de la aduana en el trasiego de estos autos, el audio es relativamente inaudible, por lo que aún se está tratando de determinar los diálogos entre el infractor y alguien con quien en ese momento se comunicaba vía telefónica, y aparentemente le comenta que lo están embargando debido a que está otro encargado distinto al habitual”.

Las autoridades mexicanas compartieron con agencias de Estados Unidos información de las placas duplicadas y de la red de implicados en la red de contrabandistas. Ello derivó en el arresto de falsificadores en Laredo, Texas, e indicios de cómplices en Brownsville.