COLLARINES CERVICALES PODRÍAN PERJUDICAR TRAS UNA CIRUGÍA DE CUELLO
25 diciembre, 2025El uso de collarines cervicales después de una cirugía de columna podría ser innecesario e incluso perjudicial.
El estudio, publicado en Clinical Spine Surgery y presentado el año pasado en la reunión anual de la Cervical Spine Research Society, encontró que no hubo diferencias estadísticamente significativas en la tasa de fallas de fijación, ni en complicaciones quirúrgicas entre pacientes que usaron collarín y aquellos que no lo hicieron.
De hecho, tres de los cuatro pacientes que presentaron fallas postoperatorias estaban utilizando un collarín, lo que sugiere que este dispositivo no solo no previene complicaciones, sino que incluso podría contribuir a ellas.
El hardware que implantamos en la columna está diseñado para funcionar como una férula interna, señala Mark Prasarn, cirujano ortopédico del Hospital Houston Methodist, y autor principal del estudio. “Los collarines externos no mejoran los resultados de la recuperación, y lo que hemos visto es que en realidad pueden interferir con la rehabilitación, provocar problemas al tragar e incluso causar úlceras por presión que llegan a requerir cirugía plástica”.
La investigación surgió de su experiencia particular al acompañar a los pacientes a lo largo de la cirugía, la recuperación quirúrgica y la rehabilitación diaria en etapas anteriores de su carrera. “Ver a los pacientes batallar día tras día con estos collarines, dejó muy claro que necesitábamos estudiar esto de manera más formal”.
El estudio retrospectivo analizó los resultados de más de 200 pacientes que se sometieron a cirugía por lesiones traumáticas en la columna cervical. Aproximadamente dos tercios de los pacientes incluidos en la investigación fueron tratados con collarines cervicales rígidos después de la cirugía, mientras que el resto no los utilizó.
A pesar de la evidencia emergente de este y otros estudios de diversas instituciones que apuntan a un beneficio mínimo —si es que lo hay—, los collarines cervicales aún se recetan de manera común después de una cirugía de columna cervical. El estudio refuerza un movimiento creciente dentro de la ortopedia y la medicina física, que busca reevaluar protocolos obsoletos que podrían estar obstaculizando la recuperación de los pacientes.
Aun cuando se presenta evidencia clara, los hábitos tardan en cambiar. Pero, con base en la respuesta que recibimos cuando presentamos estos resultados en la Sociedad de Investigación de la Columna Cervical (CSRS, por sus siglas en inglés), creo que podríamos estar llegando a un punto de inflexión”.

