CAMPUS CENTRAL, EL PROYECTO CULTURAL MÁS IMPORTANTE DE MÉXICO
26 junio, 2022Foto: UNAM. El 28 de junio cumple 15 años de ser Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Fuente: UNAM
La inscripción del campus central de Ciudad Universitaria de la UNAM en la Lista del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), es un reconocimiento al proyecto cultural más importante de México, a la Universidad y también a la calidad y grandeza de la arquitectura moderna mexicana del siglo XX, de acuerdo con el director de la Facultad de Arquitectura, Juan Ignacio del Cueto Ruiz-Funes, quien añade:
La creación de un campus para la UNAM representó la construcción de una utopía de lo que fue hace casi 70 años lo más adelantado en cuestiones arquitectónicas y de desarrollo urbano, incluso de posturas pedagógicas.
Hace tres lustros, el 2 de julio de 2007, este espacio obtuvo oficialmente la declaratoria por parte del organismo internacional, gracias a que logró conjugar urbanismo, paisajismo, arquitectura, ingeniería y las bellas artes en una sola área destinada al estudio, y cuyo título le permite incorporarse al selecto grupo de universidades en el mundo que portan esta distinción.
De acuerdo con esa institución, el resultado fue la creación de un conjunto arquitectónico monumental ejemplar del modernismo del siglo XX, que encarna valores sociales y culturales de trascendencia universal, y ha llegado a ser uno de los símbolos más importantes de la modernidad en América Latina.
La categoría alcanzada incluye el primer circuito universitario inaugurado en 1952 y sus más de 50 edificios dentro de una zona núcleo de 176.5 hectáreas, que representan 25% de los 730 totales del campus universitario.
Resalta que esta casa de estudios fue la quinta universidad inscrita en la Lista de la UNESCO en esa categoría y la segunda del siglo XX. Le antecedió la Universidad Central de Venezuela, en Caracas, así como la de Virginia, EU, fundada en el siglo XIX; de Alcalá de Henares, España, constituida en 1499; y la de Coimbra, Portugal, creada en 1290, una de las más antiguas de Europa, y cuyas arquitecturas son de siglos atrás.
Una de las virtudes de esta obra arquitectónica -donde colaboraron también artistas plásticos como David Alfaro Siqueiros, autor de la obra monumental que adorna la Torre de Rectoría, o Juan O´Gorman, arquitecto de la Biblioteca Central y responsable de la creación de sus murales, por ejemplo-, es la unidad que le brinda el paisaje; el tratamiento de los espacios abiertos y de los pavimentos, además de la vegetación, todo ello en conjunto le aporta esa unidad dentro de la diversidad.
La labor del equipo, encabezado por el arquitecto Carlos Lazo, encargado de la gestión de la obra, y los directores del proyecto, Mario Pani y Enrique del Moral, destacó por su ejemplar eficiencia. Predominó el uso óptimo de los recursos, el orden y una rapidez inusual que permitió que las obras concluyeran en menos de tres años.
Con el paso del tiempo se fue quedando pequeña, porque las proyecciones de crecimiento a futuro se alcanzaron demasiado rápido. Se había pensado para una población, probablemente, de 40 mil habitantes dentro de Ciudad Universitaria; en la actualidad hay cerca de 300 mil personas que entran y salen diariamente del lugar.
A partir de su trasladado del barrio universitario en el Centro de la Ciudad de México, desde el Pedregal de San Ángel se ha irradiado buena parte de lo que hoy es la Universidad. Por ejemplo, a partir de aquí se crearon las Escuelas Nacionales de Estudios Superiores en otros puntos de la capital y en estados del país.
En el país, solo existen dos monumentos del siglo XX declarados Patrimonio de la Humanidad: la Casa Museo de Luis Barragán y Ciudad Universitaria.

