CINCO ETAPAS DE ACEPTACIÓN CUANDO LOS ROBOTS SON LA FUERZA LABORAL

Se ha estado desplegando flotas de cobots en diferentes industrias de todo el mundo.

No es de extrañar que los trabajadores humanos tengan miedo por sus trabajos. Se les ha dicho una y otra vez cómo los robots serán más rápidos y baratos, desplazando inevitablemente a las personas sin las habilidades y experiencia necesarias para competir. Este es el centro del debate sobre robots y trabajos, y la suposición siempre ha sido que la introducción de robots, significará el principio del fin para los trabajadores humanos en trabajos monótonos, peligrosos y sucios.

Desde hace ya algunos años, se ha estado desplegando flotas de cobots en diferentes industrias de todo el mundo. Estos cobots ayudan a los humanos con diversas tareas, minimizan el trabajo pesado, y ayudan a los humanos a trabajar de manera más eficiente. Los robots están a la vanguardia de un cambio hacia la automatización colaborativa, pero no son una amenaza para los trabajadores humanos.

Cinco etapas del proceso:

Miedo, el primer obstáculo a superar

En cualquier espacio de trabajo en México y Latinoamérica, por ejemplo, es necesario explicar que la interacción hombre-máquina solo funciona si ambas partes se aceptan mutuamente. Al principio, los líderes empresariales deben establecer para qué se utilizarán los robots, y que estos no se harán cargo de los trabajos de las personas. Están ahí para ayudarlos. Y esto tranquiliza el entorno.

Aprehensión, detractor del progreso

El tema fundamental es ahora uno de competencia. Incluso si los empleados no tienen miedo de ser reemplazados, la preocupación es que de alguna manera no estarán calificados para interactuar con tecnología nueva y aparentemente sofisticada. Cuando finalmente los trabajadores vean lo que son, piensan, bueno, este robot simplemente hace lo que está programado para hacer. Y eso es todo.

Dado que la capacitación necesaria para usar cualquier cobot es tan mínima, los empleados pueden sentirse cómodos con el uso de robots casi de inmediato.

Curiosidad, gran aliado para la innovación

Dado que los robots son completamente autónomos, pero operan sin ninguna infraestructura de protección (en la mayoría de los casos y aplicaciones de producción), es tentador ver a qué tipo de cosas reaccionarán. El experimento más común es colocarse delante de ellos para ver si se detendrán (lo hacen). A la gente también le gusta experimentar con obstáculos, usándolos a menudo para bloquear el movimiento de un robot.

Tolerancia, una constante necesaria

La etapa de tolerancia se correlaciona con aumentos tanto en las tasas de utilización como en la productividad, a medida que los empleados comienzan a usar más los robots y comienzan a verlos como herramientas. Tienen sugerencias de formas en que pueden ser utilizados de manera más efectiva o de maneras completamente diferentes.

Satisfacción, el objetivo final

Es fácil saber cuándo se alcanza esta etapa, porque los humanos comienzan a antropomorfizar a los robots, atribuyendo personalidades o emociones similares a las humanas a robots específicos. Cada cobot es el mismo hardware que ejecuta el mismo software, pero el nivel de autonomía que tienen alienta a las personas a tratarlos como individuos.

Creemos que el futuro de los robots es que ayudarán a hacer más cosas dentro de todas las organizaciones e industrias al lado de los humanos, especialmente a medida que el mercado laboral continúa apretándose cada vez más en Latinoamérica, indicó Manuel A. Sordo, General Manager para Latinoamérica de Universal Robots.