EL ASMA SE COMPLICA CON LA OBESIDAD

EL ASMA SE COMPLICA CON LA OBESIDAD

11 noviembre, 2019 0 Por Rene Davila
Día Mundial contra la Obesidad (12 de noviembre).

El exceso de grasa corporal empeora los síntomas.

El tratamiento debe incluir programa de control de peso.

En los últimos años numerosos estudios, tanto en adultos como población infantil, sugieren una conexión entre la obesidad y el asma, dos padecimientos frecuentes en nuestro país y que juntos pueden tener un impacto negativo en quienes los sufren. De hecho, ambos representan un problema de salud pública por la probabilidad de muerte temprana y discapacidad en un gran número de pacientes. De acuerdo con el doctor Jorge Iván Rodríguez Martínez, Neumólogo Pediatra de la Clínica Valoración Médica Metropolitana, 5 de cada 10 infantes con obesidad tienen alta probabilidad de desarrollar asma. Por esto, en el marco del Día Mundial contra la Obesidad, que se conmemora cada 12 de noviembre, expuso la necesidad de que, además de llevar un tratamiento médico adecuado, cuya piedra angular es la terapia inhalada con broncodilatadores de acción prolongada como el tiotropio, se integre a los pacientes a un programa de control de peso.

Se desconoce la causa exacta, sin embargo, se sabe que en ambas enfermedades hay una interacción compleja entre genes, factores inmunológicos e inflamatorios, hormonales y nutricionales, cuya expresión visible se conoce como fenotipo. “La obesidad, por ejemplo, no solo está relacionada con el desarrollo de alteraciones ortopédicas, gastrointestinales, hipertensión y diabetes mellitus tipo 2, entre otras, sino que también afecta el funcionamiento de los pulmones. Por tanto, es un factor de riesgo importante para el desarrollo de asma”.

Asimismo, el aumento de peso en una persona que vive con dicha enfermedad respiratoria, empeora los síntomas, dificulta el control y afecta la respuesta a los medicamentos. “Esto, justifica la adición de la obesidad a la lista de fenotipos ya conocidos que incluyen: asma alérgica, ocupacional, inducida por el ejercicio, nocturna, sensible a medicamentos y grave”.

El asma en los niños con sobrepeso suele ser más grave, con más dificultad respiratoria, más crisis agudas y necesidad de medicinas para tratar los síntomas, por lo que no es raro que 5 de cada 10 infantes en edad escolar no estén bien controlados, a pesar de que reciben corticoides inhalados o un agonista ßeta2 de acción prolongada.  “En muchos casos, incrementar la dosis de alguno de ellos no es lo más recomendable. Y es que la medicación habitual alivia la inflamación de las vías respiratorias y el broncoespasmo (contracción del músculo bronquial) pero no da una solución definitiva, de ahí que este grupo sigua presentando exacerbaciones”.

Un buen tratamiento farmacológico no solo es aquel que controla las manifestaciones clínicas de la enfermedad, la estabilidad funcional y reduce la utilización de medicamentos de rescate frente a las crisis, sino que también prevé recaídas futuras. Por eso, desde el año pasado, la comunidad médica ya cuenta con tiotropio para el manejo de niños mexicanos con asma a partir de los 6 años de edad que, pese a estar medicados, continúan sintomáticos. Este medicamento, desarrollado, es el broncodilatador anticolinérgico de acción prolongada de mayor experiencia clínica a nivel mundial y, debido a su alto perfil de seguridad y eficacia en población infantil, fue incluido en las Guías Internacionales de Tratamiento de la Global Initiative for Asthma (GINA 2019).

Tiotropio viene unido a otra innovación, pues se administra con un dispositivo inhalador fácil de utilizar por los pequeños (Respimat®). Sin producir ningún daño a la capa de ozono, éste genera una nube de suave dispersión de partículas microscópicas del medicamento para que lleguen directamente a los pulmones, lo que facilita la respiración de forma inmediata”.