EL TRABAJO COLABORATIVO O REMOTO, ALTERNATIVA PARA LAS EMPRESAS

EL TRABAJO COLABORATIVO O REMOTO, ALTERNATIVA PARA LAS EMPRESAS

28 enero, 2019 0 Por Rene Davila
En 2015 se incrementó a 212.1 millones, los trabajadores móviles en el Continente Americano.

Mejor disposición para trabajar, aumento de satisfactores y de productividad.

Cada vez más empleados utilizan medios alternativos de transporte al vehículo.

El desabasto de combustibles que se registró en la Ciudad de México y que aún padecen diversos estados de la República Mexicana, afectó la vida cotidiana de los empleados y directivos de empresas e industrias, y puso de relieve la necesidad de contar con medidas alternativas de movilidad y formas de trabajo para no afectar la productividad. Cabe destacar que el automóvil representa el 24.7% como medio de movilidad, en tanto que el 45.2% de la población utiliza el transporte público, de acuerdo al INEGI. ¿Qué pasaría si los empleados no pudieran utilizar sus vehículos para llegar a trabajar?

A principio de la década de los 90´s se acuñó el concepto del “edificio enfermo”, se detectó que el espacio de trabajo influía directamente en el bienestar de las personas, y se empezó a asumir que podrían ser más productivas e identificarse mucho más con la empresa, si las condiciones del espacio físico fueran mejores, señaló Sergio Pérez Castilleja, director ejecutivo de Newmark Knight Frank (NKF) México.

Escuchamos el concepto de Workplace,  y la primera cosa que viene a la cabeza de la gente y que fue muy popular a principios del siglo 21, es “HOME OFFICE”, uno de los primeros programas que se implementó en empresas de todo el mundo como una medida para la reducción de costos. Hoy en día este concepto ha evolucionado para que los empleados puedan trabajar desde cualquier lugar del mundo: casa, cafetería, aeropuerto, etc., a través de otorgar a sus empleados tecnología cada vez más portátil e inteligente como laptops con accesos remoto (VPN) o servidores fácilmente accesibles desde una nube corporativa, con paqueterías para trabajar que no requieren ser instaladas en el ordenador y poder acceder a la información

De acuerdo al International Data Corporation´s Enterprise Research Program, entre 2010 y 2015 hubo un incremento de 182.5 a 212.1 millones de trabajadores móviles en todo el Continente Americano. Muchas empresas han optado por soluciones tecnológicas, videoconferencias, manejo de paquetería para administración de tareas y proyectos, desarrollo de KPIs (indicadores de desempeño) para poder monitorear y ajustar la actividad de los empleados, y han optado por rutinas de trabajo flexibles en cuanto a horario y a trabajo presencial, y las empresas en ciertos sectores, se han visto altamente beneficiadas por el uso de estrategias de ocupación y trabajo remoto, con un aumento en la productividad de sus equipos del 10 al 15%.

Otra solución que ha tenido mucho éxito en años recientes es la creación de células de trabajo donde pueden reunirse, de acuerdo a sus necesidades, en espacios remotos o virtuales en Centros de Negocios o Coworkings. Las empresas están buscando generar conciencia y facilitar la accesibilidad a sus instalaciones para todo el personal, creando espacios que “inviten” a sus empleados a asistir, para que no pierdan esa identificación con la empresa y tengan la posibilidad de colaborar cara a cara con sus compañeros; para ello, se asignan áreas destinadas al almacenaje de bicicletas y otros medios de transporte “verdes”, como los muy de moda patines del diablo eléctricos (scooters); se busca estar ubicados cerca de transporte público, otorgar prestaciones como transporte colectivo desde un punto determinado o incluso, se apoya económicamente a quienes buscan otra alternativa para su desplazamiento, ya que tener diferentes opciones de transporte influye en el nivel de estrés y la productividad del trabajador.

En la Ciudad de México, más del 30% de los trabajadores reportan hacer entre una y dos horas para su traslado diario hacia sus centros de trabajo. Un estudio de la Office for National Statistics reportó que por cada minuto adicional, destinado al desplazamiento diario, se veía seriamente afectado el índice de satisfacción de estilo de vida, al grado de que no se puede recuperar con un aumento en el ingreso; por tanto se reduce la motivación de las gente para ir a trabajar, propiciando el ausentismo y finalmente afectando la productividad.