ESTUDIAN ÁRBOLES DE OYAMEL PARA ENFRENTAR EL DAÑO POR OZONO

ESTUDIAN ÁRBOLES DE OYAMEL PARA ENFRENTAR EL DAÑO POR OZONO

19 octubre, 2020 0 Por Rene Davila

Foto: AMC.  En bosques de la zona metropolitana de la Ciudad de México.

Fuente: Academia Mexicana de Ciencias (AMC)

Las grandes ciudades modifican las condiciones de sus ecosistemas naturales por diversos factores. La zona metropolitana de la Ciudad de México (CDMX) tiene las condiciones ideales para producir concentraciones elevadas de ozono troposférico (O3), uno de los contaminantes atmosféricos que más daña a la vegetación a nivel mundial.

Una de las zonas de bosques con mayor deterioro han sido denominadas “cementerios de oyamel”. Estas zonas están dentro del Parque Nacional Desierto de los Leones (PNDL) y sus zonas de influencia, señaló Alicia Mastretta-Yanes, catedrática CONACYT asignada a la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO).

La CDMX lleva décadas por arriba de los límites de una buena calidad de aire, con picos particularmente intensos en la época seca-caliente. La contaminación por O3 se ha identificado como uno de los factores que contribuyen a la degradación de los bosques de oyamel (Abies religiosa) de la periferia suroeste de la CDMX.

En estas zonas muchos árboles presentan fenotipos de daño por O3, sin embargo, también hay árboles jóvenes (5-10 años) asintomáticos o con un daño visualmente menor, lo que indica que puede existir variación infraespecífica con potencial para que los árboles de oyamel se adapten al cambio ambiental inducido por actividades humanas.

La investigadora obtuvo una de las cinco Becas Para las Mujeres en la Ciencia L’Oréal–UNESCO-AMC-CONALMEX 2020, en el área de ciencias naturales, con el proyecto Diversidad infraespecífica en Abies religiosa como una estrategia para enfrentar el daño por ozono en bosques peri-urbanos.

“Nuestra investigación es uno de los primeros esfuerzos por entender el daño por O3 en especies forestales tropicales. Además, la incorporación de las herramientas moleculares que proponemos, abre la puerta para que futuros estudios a nivel internacional permitan aprovechar la diversidad de los árboles de oyamel, como una estrategia para enfrentar los cambios ambientales del Antropoceno (era geológica actual que se distingue por el papel central que desempeña la humanidad a través de la urbanización, la utilización de combustibles fósiles, la devastación de bosques, etcétera, para propiciar significativos cambios geológicos)”.

Los cementerios

Se considera que los cementerios de oyamel se originaron por la alta incidencia de ozono a partir de 1980, aunado a la falta de buen manejo forestal, la excesiva extracción de agua (que conlleva a estrés por sequía), al aumento de escarabajos barrenadores y a los incendios forestales de 1998. Desde entonces se han realizado diversos programas de reforestación, con germoplasma nativo y externo al sitio.

Estos programas han sido poco exitosos. Se cree que en parte esto se debe a que la zona está justo en la salida de los vientos de la CDMX, por lo que su exposición a ozono troposférico es mayor, y por ende también el daño que éste causa en las plantas jóvenes tanto regeneradas como reforestadas.

Mastretta-Yanes y su equipo mapearán la extensión actual de los “cementerios de oyamel” dentro y en los alrededores del Parque Nacional Desierto de los Leones, en la Ciudad de México. Censarán y geolocalizarán árboles de oyamel (adultos y jóvenes), en uno de los cementerios  de barranca de La Cruz de Coloxtitla, Santa Rosa Xochiac, determinarán su edad, fenología y síntomas de daño por ozono.

También buscarán corroborar mediante condiciones controladas a O3, que el fenotipo de daño en A. religiosa observado en campo (condiciones naturales) es debido al efecto del O3.

“También vamos a determinar si existen variantes genéticas, mecanismos epigenéticos o comunidades bacterianas/micóticas de la filósfera, involucrados en la tolerancia y el daño por O3 en árboles expuestos de manera artificial (condiciones semi-controladas), y en campo (condiciones naturales) a concentraciones de O3.