EVALUACIONES GUBERNAMENTALES DE CALIDAD, INAPROPIADAS PARA EDUCACIÓN SUPERIOR INTERCULTURAL

EVALUACIONES GUBERNAMENTALES DE CALIDAD, INAPROPIADAS PARA EDUCACIÓN SUPERIOR INTERCULTURAL

21 agosto, 2020 0 Por Rene Davila

Foto: Internet. Qué retos plantea poner en práctica la educación superior intercultural.

Fuente: Ibero

Los protocolos de evaluación establecidos por las agencias gubernamentales para asegurar la calidad de las universidades, no resultan apropiados para evaluar a la educación superior intercultural, porque no consideran las especificidades de ésta, consideró Daniel Mato, académico adscrito al Centro Interdisciplinario de Estudios Avanzados (CIEA) de la Universidad Nacional Tres de Febrero (UNTREF), de Buenos Aires, Argentina.

A esto se agrega que los pares evaluadores con frecuencia provienen de universidades convencionales, y suelen tener escasos o nulos conocimientos acerca de las diferencias y relaciones interculturales, y la colaboración intercultural, añadió, durante su participación en la presentación del número 76 de la revista DIDAC, de la Universidad Iberoamericana (Ibero) Ciudad de México, dedicado a la ‘Educación Intercultural en Educación Superior’, y en el que colaboró como coautor.

Los procesos y criterios de evaluación de las agencias gubernamentales, encargadas de acreditar a las instituciones de educación superior (IES) y sus carreras, y en consecuencia del reconocimiento de los títulos profesionales que otorgan, enfrentan los desafíos que plantean las diferencias entre las visiones de mundo, epistemologías, modalidades de aprendizaje y habilidades hegemónicas; y las de los pueblos indígenas y afrodescendientes.

Esto es muy importante porque las iniciativas que pueda tomar cualquier universidad, están necesariamente condicionadas por estas prácticas y criterios de evaluación de los respectivos organismos de acreditación y/o aseguramiento de la calidad de cada país, y porque “de nada sirve o de poco sirve que se creen carreras que no van a tener un reconocimiento público, cuyos títulos no van a servir para el ejercicio profesional».

La visión de mundo hegemónica (de las sociedades occidentales) está marcada por la dicotomía entre modernidad y naturaleza, incluso aunque a su interior existan visiones críticas al respecto. En tanto que las visiones de mundos ancestrales de la mayoría de los pueblos indígenas y afrodescendientes, aun en su diversidad, “predominantemente consideran que todo lo que constituye nuestro mundo, incluyéndonos a nosotros mismos, los seres humanos, formamos parte de un mismo todo”.

Qué se entiende por educación superior intercultural

Lo que distingue a la educación superior intercultural, es que está orientada a brindar oportunidades de formación que articulan entre sí las visiones de mundo, valores, lenguas, modos de producción de conocimiento y modos de aprendizaje en más de una tradición cultural, al menos dos.

En algunos casos, en la educación superior intercultural las modalidades de aprendizaje son análogas a las de las universidades convencionales, es decir, mediante la lectura, la escritura y el trabajo en aulas o laboratorios. Según las particularidades institucionales y campos de formación, en ciertos casos esas modalidades se articulan también con clases a cargo de referentes de los pueblos indígenas y afrodescendientes, quienes frecuentemente no cuentan con título universitario y en muchos casos tampoco de otros niveles educativos.

El reto: establecer relaciones de colaboración intercultural      

No son una novedad las limitaciones y errores de las y los profesionales y técnicos universitarios para tratar con personas y comunidades indígenas, afrodescendientes y otras culturalmente diferenciadas. En realidad, el problema es más profundo y de carácter ético y epistemológico; su formación universitaria no les ha preparado para valorar otras visiones de mundo, otros modos de vida y otros sistemas de conocimiento. “En la mayoría de los casos, nuestros profesionales han recibido una formación de carácter monocultural, pero además, y muy importante, no se les han brindado recursos para participar en experiencias de colaboración intercultural”.

Los sistemas educativos en general, y la educación superior en particular, deberían prepararnos para interesarnos por, y ser capaces de, desarrollar, sostener, relaciones de colaboración intercultural mutuamente provechosas. Pero esto no ocurre para nada.