HUERTOS FAMILIARES DE MÉXICO

HUERTOS FAMILIARES DE MÉXICO

29 enero, 2022 0 Por Rene Davila

Foto: UNAM. Sitios de riqueza cultural, muestran costumbres y tradiciones.

Fuente: UNAM

En México, los huertos familiares tienen registro de más de 11 mil años de antigüedad; se trata del agroecosistema con la mayor diversidad biológica de especies de flora y fauna. Científicos universitarios descubrieron que, por ejemplo, en tan solo uno puede haber hasta 500 especies de plantas y animales.

Son laboratorios donde se realizan procesos de selección, mejoramiento y domesticación de numerosas especies, que desempeñan un papel fundamental ante la crisis ambiental que enfrenta el planeta. Además, muestran la organización, patrones y normas sociales y culturales; al mismo tiempo son elementos clave para la seguridad y autosuficiencia alimentaria de la población.

Un equipo interinstitucional encabezado por María de Jesús Ordóñez Díaz, del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM, desarrolla el Atlas Biocultural de Huertos Familiares en México.

Esa práctica se realiza en 12% de la superficie de la tierra cultivable del planeta; es la forma predominante de labranza ligada a la seguridad alimentaria mundial indispensable para erradicar el hambre, conservar el medio ambiente y alcanzar el desarrollo sostenible. Para el caso mexicano, esos espacios, además, representan hasta 30% del ingreso familiar.

Riqueza biocultural

En un huerto puede haber plantas silvestres, en proceso de domesticación, domesticadas y otras que son imposibles de reproducir sin la mano humana. Son alimenticias, medicinales, aromáticas, ornamentales y hasta ceremoniales. Son sitios de riqueza cultural, donde se muestran costumbres y tradiciones, incluso son sagrados”.

Primer volumen

Los huertos más ricos y complejos del país se encuentran en las selvas de la península de Yucatán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Veracruz, que son también las entidades con mayor riqueza cultural. La variedad de especies presentes puede llegar a las centenas, y las familias las conocen. El Atlas, que consiste en una recopilación de revisión bibliográfica, incluye el trabajo directo con los propietarios; se trata de un estudio integral que contiene también aspectos económicos. El primer volumen publicado, abarca los estados de Veracruz, Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Oaxaca, Chiapas e Hidalgo.

En esa obra se pueden encontrar los mapas de distribución de los lugares con huertos familiares que han sido estudiados hasta ahora; ello permite determinar en dónde se requiere más investigación. Por ejemplo, Chiapas, donde habitan 14 grupos indígenas, tiene apenas cerca de una decena de estudios sobre el tema.Se trabaja en el segundo volumen, que incluirá a San Luis Potosí, Guerrero, Estado de México, Morelos, Michoacán y Tamaulipas; podría editarse durante este año.

Se espera que el número conjunto de especies en los huertos familiares del país se incremente a aproximadamente mil 500, debido a que los ecosistemas son diferentes.

De las plantas y animales presentes en esos “patios” se derivan los alimentos de cada lugar, las cocinas regionales, que “urge recopilar, porque al igual que la biodiversidad están desapareciendo los conocimientos, tradiciones y recetas. En Yucatán, los abuelos consumen el 100 por ciento de lo que se produce en el huerto; los hijos, sólo la mitad, y los nietos únicamente 10 por ciento. En Tabasco los niños y jóvenes prefieren las papas fritas, hot dogs y otras comidas que no son saludables en su lunch escolar.

“La dieta mesoamericana, una de las más nutritivas y completas, está quedando en desuso, y es desplazada por productos ultraprocesados que propician enfermedades como obesidad, diabetes, etcétera”.

El Atlas se puede descargar en https://libros.crim.unam.mx/index.php/lc/catalog/view/61/196/691-1