INFECCIÓN VAGINAL, AL MENOS UNA VEZ EN LA VIDA

INFECCIÓN VAGINAL, AL MENOS UNA VEZ EN LA VIDA

9 mayo, 2018 0 Por Rene Davila
Las más propensas embarazadas y adolescentes, entre otras.

Con más frecuencia entre los 20 y 45 años.

Síntomas: aumento en la cantidad de la secreción vaginal (flujo), mal olor, comezón, ardor, molestias al orinar o al tener actividad sexual.

Fuente: SS

En México, aproximadamente 30 por ciento de las consultas ginecológicas se debe a infecciones vaginales, y por lo menos una vez en la vida, las mujeres han padecido alguna de ellas, aseguró el subdirector de Ginecología y Obstetricia del Instituto Nacional de Perinatología, Norberto Reyes Paredes.

Una infección vaginal es un proceso inflamatorio en la región genital causado por bacterias, hongos, parásitos o virus, y por lo general se presentan entre los 20 y 45 años. Los síntomas son: aumento en la cantidad de la secreción vaginal (flujo), mal olor, comezón, ardor, molestias al orinar o al tener actividad sexual.

Las mujeres más propensas a tener infecciones vaginales son las embarazadas, con diabetes, están en tratamiento con quimioterapia, en la etapa del climaterio y las adolescentes. En los primeros casos, se debe a que sus defensas están bajas; en los dos últimos, por los cambios hormonales que presentan.

Existen varios tipos de infecciones y se clasifican de acuerdo con la zona anatómica en donde se presenta el problema. Se conoce como vulvitis, cuando el padecimiento está en los genitales externos; vaginitis, cuando la infección está en la vagina, y cervicovaginitis, cuando se presenta en el cuello del útero. Además, para determinar dicho padecimiento es importante que las mujeres cuenten con información y educación adecuada sobre las secreciones vaginales, para que posteriormente ellas puedan identificar alguna anormalidad.

Destacó la mportancia del autocuidado, debido a que la región genital es una zona de bacterias que están en equilibrio, pero una alteración hormonal, un embarazo o el uso de antibióticos pueden generar cambios, y propiciar alguna infección vaginal. Una infección vaginal mal cuidada puede tener consecuencias como: infecciones crónicas, infecciones vaginales de repetición -es decir que se presentan tres veces o más al año-, infecciones urinarias, dolor pélvico crónico, dolor durante la menstruación e infertilidad.

En el caso de las mujeres embarazadas, una afección de este tipo y mal cuidada puede generar nacimientos prematuros, la ruptura de membrana e infecciones en los bebés, incluso, provocar la muerte de ellos. Por ello, se debe acudir a un especialista en caso de presentar algún síntoma y evitar el uso de productos como duchas vaginales, y sobre todo no automedicarse.