¿LA MICROBIOTA INTESTINAL INFLUYE EN EL DESARROLLO DEL ALZHEIMER?

¿LA MICROBIOTA INTESTINAL INFLUYE EN EL DESARROLLO DEL ALZHEIMER?

28 octubre, 2020 0 Por Rene Davila

Foto: Internet. Una dieta no sana, sí daña el cerebro y su función.

Fuente: Cinvestav

Con un modelo animal para alzhéimer, se ha observado que dietas con alto contenido de fibra y de antioxidantes, ayudan a prevenir el desarrollo de la patología. Con la propuesta de establecer la relación entre la microbiota intestinal y el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer en mujeres, Claudia Pérez Cruz, investigadora del Departamento de Farmacología del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav), fue ganadora de la Convocatoria 2020 de la Fundación Biocodex Microbiota.

Queremos establecer si existe una relación entre la microbiota intestinal y las hormonas sexuales femeninas, como el extradiol, con el objetivo de poder demostrar si al modular la composición de la microbiota intestinal se pueden incrementar los niveles de esta hormona sexual, cuyo declive tras la menopausia está asociado con el desarrollo de demencias en las mujeres, explicó la investigadora.

Se sabe que en esta enfermedad se altera la composición de la microbiota intestinal, pero no se ha demostrado qué cambios se presentan específicamente en las mujeres, entonces, parte del proyecto pretende realizar estudios clínicos y determinar qué alteraciones bacterianas se presentan en mujeres con la enfermedad; además, con análisis preclínicos, se propone modular la cantidad de bacterias intestinales para así fomentar la liberación de estradiol, y mejorar la salud de pacientes en esta condición.

Décadas antes del diagnóstico clínico del alzhéimer, se pueden observar alteraciones periféricas: inflamación de bajo grado, desórdenes intestinales y alteraciones en el metabolismo de la glucosa o de colesterol, todo esto repercute en el cerebro; se piensa que hay una barrera impermeable entre el cerebro y la periferia, pero no es así, entre otras cosas la alimentación afecta la función cerebral, en una comunicación bidireccional.

Entre los factores de riego para desarrollar alzhéimer, se encuentran las alteraciones metabólicas ligadas a la dieta, entre las que destacan la obesidad y la diabetes; si se consumen alimentos altos en grasas y azúcares saturadas es probable padecer estas condiciones en la vida media, de 40 a 50 años, siendo considerados factores de riesgo para desarrollar demencia, esto indica que una dieta no sana, sí daña el cerebro y su función.

“En el laboratorio observamos, en un modelo de animal transgénico para el alzhéimer, que dietas con alto contenido de fibra y de antioxidantes pueden ayudar a prevenir el desarrollo de esta patología”.

La incidencia del alzhéimer en las mujeres inicia después de la menopausia, entre los 55 y 65 años (en hombres es posterior a los 65, una diferencia sustancial) que se ha relacionado con la transición de ese periodo; el declive en los niveles hormonales se encuentra relacionado con el deterioro de las funciones cognitivas.

Actualmente no se ha demostrado si hay una comunicación entre la microbiota, la liberación de hormonas sexuales, en particular estrógeno, y el cerebro, por esta razón también se busca determinar si existe un eje bacteria-intestino-cerebro, y establecer si realmente su modulación puede aumentar los niveles de estrógeno y modificar la función cerebral, la cual se ve alterada en pacientes con alzhéimer.