LOS 5 MITOS MÁS FRECUENTES EN EL AUTOMONITOREO

LOS 5 MITOS MÁS FRECUENTES EN EL AUTOMONITOREO

15 noviembre, 2019 0 Por Rene Davila
Que los pacientes puedan decidir la cantidad de insulina a inyectar.

La medición de glucosa debería considerarse en cualquier consulta médica.

El automonitoreo de glucosa te ayuda a saber cómo respondes a la insulina.

Vivir con diabetes requiere de cuidados específicos, entre ellos el control de los niveles de glucosa, a pesar de ser una enfermedad con alta prevalencia se estima que 5 de cada 10 casos no llevan medidas de control. En México, un país con alto índice en sobrepeso y obesidad, con población genéticamente susceptible a desarrollar diabetes tipo 2, la medición de los niveles de glucosa capilar debería considerarse en cualquier consulta médica.

Existen diversos mitos sobre el automonitoreo que impactan directamente sobre su efectividad, queremos contarte sobre ellos para que decidas incluirlo en tu vida de una forma adecuada. Además, ayuda a tomar decisiones sobre los alimentos, cuánto medicamento administrarse y si es posible realizar alguna actividad física, también permite percatarse si se presenta hipoglucemia o hiperglucemia, para así actuar inmediatamente de manera asertiva y responsable. Afortunadamente la tecnología ha avanzado creando sistemas como el glucómetro, que permite obtener resultados de una forma ágil y segura.

El doctor Aldo Ferreira, especialista en endocrinología, recuerda, la diabetes es una condición progresiva que requiere de un buen control pues en ésta se presentan variaciones en los niveles de glucosa a lo largo del día, por ello, es importante mantenerlos en un rango ideal que va de 80 a 130 mg/dl en ayunas y menor a 180 mg/dl dos horas después de los alimentos (postprandial) para evitar complicaciones que pueden afectar la calidad de vida. Sabemos que la diabetes tipo 1 varía de la diabetes tipo 2, sin embargo, en ambas es necesario el automonitoreo, por ello, queremos romper con los mitos:

  • Si una persona se siente bien monitoreándose escasas veces, es suficiente: Una persona que vive con diabetes idealmente se debe automonitorear entre 4 y 7 veces al día, se debe realizar en ayunas, dos horas después de cada alimento (posprandial) y antes de dormir, esto con motivo de saber qué beneficia o perjudica a la condición.
  • La muestra de sangre solo puede obtenerse de las yemas de los dedos: Los especialistas recomiendan pinchar los laterales de las yemas de los dedos, por ser la zona más práctica para obtener una muestra de sangre funcional, Sin embargo, ésta no es la única área en la que se puede realizar, por ejemplo, en los neonatos pueden obtenerse muestras de la piel de las rodillas, se ha demostrado que es menos doloroso y los resultados siguen siendo seguros. Si se realiza en los dedos, la recomendación es rotarlos para permitir la recuperación del tejido y evitar el desarrollo de fibrosis, que en un futuro pudiera hacer más difícil la obtención de sangre.
  • El automonitoreo duele: El automonitoreo por sí mismo implica una pequeña punción que pudiera provocar incomodidad, sin embargo, es necesario conocer nuestro cuerpo y sensibilidad para así ajustar la profundidad del punzor, y que no nos lastime al momento de obtener la muestra.
  • La administración de medicamento sustituye el automonitoreo: Dependiendo del tipo de diabetes y la fase en la que se encuentre el paciente, los medicamentos varían, aunque el objetivo de la administración de estos pueda ser el control de la condición, llevar un registro de los niveles de glucosa, también ayuda a que el especialista pueda ajustar el tratamiento o bien que los pacientes, en su mayoría tipo 1,  puedan decidir la cantidad de insulina a inyectar
  • No es necesario llevar un registro de los resultados del automonitoreo: Tener un registro de los niveles de glucosa, permite percatarnos si estamos llegando a las metas establecidas, pero sobre todo contribuye a detectar qué afecta estas variaciones, es decir, ayuda al autoconocimiento del paciente. Con el registro en conjunto con el médico, se pueden identificar patrones y así tomar decisiones adecuadas para ajustar el tratamiento y mejorar la glucosa en sangre.