MÉXICO, PRIMER CONSUMIDOR DE REFRESCOS EN EL MUNDO

MÉXICO, PRIMER CONSUMIDOR DE REFRESCOS EN EL MUNDO

26 octubre, 2019 0 Por Rene Davila
Una familia mexicana destina 10% de sus ingresos totales a estos productos.

El anclaje del refresco en la dieta del mexicano es desde la cuna hasta la tumba.

Entre 1999 y 2006 se triplicó el consumo entre los adultos mexicanos.

Fuente: UNAM

México es el primer consumidor de refrescos en el mundo, con un promedio de 163 litros por persona al año, aproximadamente 40% más que el segundo consumidor: EU, con 118 litros, según datos de la Universidad de Yale. Ingerir refrescos o bebidas endulzadas en exceso se asocia con padecimientos como obesidad, diabetes tipo 2, derrames cerebrales, gota, asma, cáncer, artritis reumatoide, enfermedades arteriales coronarias y óseas, problemas dentales y de conducta, trastornos psicológicos, envejecimiento prematuro y adicción, afirmó en la UNAM Florence L. Théodore, del Instituto Nacional de Salud Pública.

Al dictar la conferencia La construcción cultural del consumo de los refrescos en México, en el Instituto de Investigaciones Sociales (IIS), dijo que, “en promedio, una familia mexicana destina 10% de sus ingresos totales a la compra de refrescos; 24% a otros alimentos y bebidas; y 66% a vivienda, educación y vestimenta, entre otros”.

El consumo de refrescos en México es resultado de procesos económicos, políticos y culturales, con consecuencias alarmantes: “entre 1999 y 2006 se triplicó el consumo de bebidas azucaradas entre los adultos mexicanos, y de este sector, 15% de los que beben refrescos de manera ocasional son más propenso a padecer obesidad. En comunidades rurales, siete de cada 10 niños desayunan con refresco”. El anclaje del refresco en la dieta del mexicano es desde la cuna hasta la tumba, persiste la dificultad y hasta el rechazo a renunciar a estas bebidas, incluso entre personas con diabetes.

Buena imagen del refresco

Alrededor de estos productos, la misma población ha construido prácticas de consumo afianzadas con sentidos identitarios, valores y momentos de convivencia: festejos, rituales y emociones positivas. Todo esto ha sido reforzado por la mercadotecnia a lo largo de varias generaciones, lo que contribuye a la incorporación duradera de estas bebidas en la dieta del mexicano. El Hospital Infantil de México no recomienda el consumo de bebidas con azúcar y bajo contenido de nutrimentos, pero en caso de ingerirlos, debe ser de manera ocasional y en una porción no mayor a 240 mililitros.