MÉXICO VIVE EL CALENTAMIENTO GLOBAL

MÉXICO VIVE EL CALENTAMIENTO GLOBAL

15 junio, 2021 0 Por Rene Davila

Foto: UNAM. Falta de agua e inundaciones.

Fuente: UNAM

Las consecuencias de la desertificación y la sequía afectan al mundo, pues 23 por ciento de la tierra en el planeta no es productiva, y 75 por ciento se ha transformado para ser utilizada, especialmente para agricultura, proceso que se ha acelerado en los últimos 50 años, alerta la ONU en el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía.

El organismo internacional añade que la degradación menoscaba el bienestar de hasta tres mil 200 millones de personas en el mundo, por lo que uno de los objetivos para el próximo decenio, es que las naciones logren restaurar aproximadamente 800 millones de hectáreas, lo cual implica una superficie comparable a China. En 2020 la ONU reportó que 55 por ciento del territorio mexicano presentaba afectación por erosión hídrica y eólica, por lo que hizo un llamado a luchar contra la desertificación para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente el 15, que implica la determinación para detener y revertir la degradación de la tierra.

El estudio reciente de la degradación del suelo realizado por la SEMARNAT (en 2003), llamado “Situación del Medio Ambiente en México”, indica que 44.9 por ciento presentaba algún tipo de degradación: química, hídrica, física o eólica. El mayor problema encontrado fue la pérdida de fertilidad, que se extendía a 92.7 por ciento de la superficie afectada, situación que se podía agravar por erosión hídrica o eólica, y casi la tercera parte de los suelos de Tlaxcala, Chiapas, Morelos, Tabasco y Veracruz padecía este problema; mientras que la contaminación, salinización y eutrofización se presentaron, principalmente, en Tamaulipas, San Luis Potosí, Chiapas, Nuevo León, Guanajuato, Sonora, Sinaloa y Zacatecas.

Más vulnerables a las sequías

Para Víctor Orlando Magaña Rueda, del Instituto de Geografía (IG) de la UNAM, los mexicanos somos cada vez más vulnerables a las sequías, por leves que sean, debido a que no existe una cultura de cuidado del agua, pese a las graves situaciones que ha enfrentado el país por la falta del vital líquido. El miembro de la Red del Agua de la Universidad Nacional estima necesario contar con un sistema donde los tomadores de decisiones participen junto con los académicos que estudian este problema, además de la población, a fin de aportar ideas y contribuir en las decisiones que determinen el manejo del líquido.

Tipos de sequía

Aun cuando se considera la sequía como falta de lluvia meteorológica, existen otros tipos: la hidrológica, que se relaciona con la cantidad de agua en embalses, represas o lagos; agrícola, la insuficiencia del líquido para el cultivo; y la socioeconómica, es decir, cuando no hay suficiente para dotar a las ciudades. La meteorológica es natural, no hay control sobre ella, sucede por el cambio climático o fenómenos como El Niño o La Niña, durante los cuales puede llover más o menos. Sin embargo, la hidrológica, agrícola o socioeconómica son consecuencia del manejo que se hace del vital líquido.

“No hemos aprendido ni las lecciones en México, ni de las grandes ciudades como Barcelona, São Paulo, Ciudad del Cabo, que pasaron por este nivel de emergencia, y hoy mantienen un monitoreo estricto del agua. Han creado cultura, programas para reusar el líquido una y otra vez, han sabido recuperar las funciones que nos da la naturaleza para captar agua, recargar los acuíferos. Todos han implementado medidas clave porque no quieren volver a pasar por lo mismo”.