PRÁCTICAS AGRÍCOLAS INTENSIVAS, PLAGUICIDAS Y CAMBIO CLIMÁTICO, AMENAZAN SUPERVIVENCIA DE LAS ABEJAS

PRÁCTICAS AGRÍCOLAS INTENSIVAS, PLAGUICIDAS Y CAMBIO CLIMÁTICO, AMENAZAN SUPERVIVENCIA DE LAS ABEJAS

19 mayo, 2019 0 Por Rene Davila
75% de los cultivos mundiales para alimentación dependen de la polinización.

Anualmente se pierden 60,000 hectáreas de selva.

Llaman a tomar conciencia sobre la importancia de las abejas.

En el marco del Día Mundial de las Abejas, la “Alianza Maya por las Abejas de la Península de Yucatán” (Kaab Na´alon), que integra alrededor de 25 mil apicultoras y apicultores de la región y organizaciones aliadas, hacen un llamado a las autoridades del país y particularmente de la Península de Yucatán, para que tomen acciones expeditas para poder salvar las abejas y los polinizadores, ante las crecientes amenazas que enfrentan. Solo en el 2018, más de 326 colonias de abejas murieron en Yucatán y Quintana Roo, por causas ligadas a fumigaciones aéreas.

Otra grave amenaza es el incremento exponencial de la deforestación en la Península de Yucatán, pues se calcula que anualmente se pierden 60,000 hectáreas de selva, en parte por las 42,000 hectáreas de soya transgénica que se sembraron en 2018, lo que reduce el área de pecoreo para la apicultura y los espacios de anidación para las abejas.

El 20 de mayo de 2017 fue declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas como el Día Mundial de las Abejas para recordar su importancia y los beneficios que las abejas han aportado a las personas, las plantas y el planeta. En el país existen 1.9 millones de colmenas de abejas Apis mellifera a cargo de 42 mil apicultores, que en promedio producen 55 mil 900 toneladas de miel con un valor estimado en 1,900 millones de pesos anuales. Las principales entidades productoras son: Yucatán con 10,000 toneladas, Campeche con 7,500 y Jalisco con 6,140 (datos para 2010). Tan solo en la Península de Yucatán se produjeron 22,845 toneladas de miel en 2017, contribuyendo con el 36% de la producción nacional; de la cuales 750 toneladas se producen bajo esquemas de producción orgánica. La producción de miel genera 800 millones de pesos (MDP) anuales a las comunidades de la Península de Yucatán, en apoyo a la economía familiar de 20,000 apicultores y apicultoras de la región peninsular.

México es el tercer exportador de miel a nivel mundial. La miel producida en la región es exportada en su mayoría a la Unión Europea (c.91%), principalmente Alemania (70%) y Reino Unido. En cuanto a consumo, mientras que en Alemania el consumo por habitante/año supera en promedio el kilo, en México tan solo asciende a 200 gramos aproximadamente.

Sabiendo el papel vital que desempeñan para la seguridad y soberanía alimentaria de los pueblos y comunidades indígenas y campesinos y, en general,  para la población mundial, y que sin abejas no hay vida, esperamos que para fines del 2020, la intervención gubernamental en los territorios peninsulares reconozca y fortalezca a la apicultura maya, como actividad preponderante en la generación de divisas e ingresos de las familias campesinas, y para la protección del patrimonio sociocultural y natural, así como su coexistencia con otras actividades productivas en la región, desarrollándose bajo una acción institucional coordinada y la participación activa de apicultoras y apicultores en la toma de decisiones. Ello demanda al menos cuatro acciones coordinadas: articulación territorial de políticas y participación; disminución de amenazas derivadas del crecimiento de la agricultura convencional e industrial (uso de plaguicidas, deforestación y expansión de monocultivos); capacitación, innovación tecnológica e investigación; y apoyos para la comercialización de la miel y productos de la colmena y valor agregado.

A corto plazo, el primer paso es prohibir los plaguicidas tóxicos para las abejas como son los neonicotinoides, el fipronil y otros insecticidas, debiendo hacer estrictas evaluaciones de riesgos de los agroquímicos en términos de impactos medioambientales y afectaciones a los ecosistemas, incluyendo flora y fauna. Por otro lado, deben ponerse en marcha planes integrales de acción para salvar a las abejas y otros polinizadores. La solución definitiva es la adopción de la agricultura ecológica como única vía para una producción de alimentos respetuosa con todos los habitantes del planeta. La agricultura ecológica garantiza una producción sana y sostenible, ya que protege el suelo, el agua y el clima, promueve la biodiversidad, no contamina el medio ambiente con agroquímicos ni transgénicos y respeta la salud de las personas.