PROYECTO CIENTÍFICO DE CAMBIO GLOBAL Y SUSTENTABILIDAD EN LA CUENCA DEL USUMACINTA

PROYECTO CIENTÍFICO DE CAMBIO GLOBAL Y SUSTENTABILIDAD EN LA CUENCA DEL USUMACINTA

23 mayo, 2019 0 Por Rene Davila
Fortalecer capacidades científicas, tecnológicas y formación de recursos en el sur-sureste.

Desarrollo regional, sustentabilidad, aprovechamiento y cuidado de recursos naturales.

La gente está saliendo de la línea base de la pobreza. Es el caso de mil 200 familias en uno de los tres sitios piloto.

Fuente: UNAM

La Universidad Nacional coordina el proyecto Cambio global y sustentabilidad en la cuenca del Usumacinta y zona marina de influencia, en una región estratégica y de la más alta biodiversidad en México, fundamental por sus servicios ambientales y enorme riqueza natural. Es el área productora de agua más importante del país, al albergar la tercera parte de la riqueza hídrica nacional. William Lee Alardín, coordinador de la Investigación Científica de la UNAM, resaltó ayer que este proyecto se relaciona con el desarrollo regional, sustentabilidad, aprovechamiento y cuidado de recursos naturales, “problemas transversales que requieren soluciones concretas, multidisciplinarias e interinstitucionales”.

Destacó la importancia de que este tipo de trabajos tengan financiamiento sostenido y suficiente. De no ser así, las “decisiones de planeación se tomarán sin información y eso, probablemente, derivará en disposiciones equivocadas”. El monitoreo ambiental, oceánico, terrestre y atmosférico debe ser financiado por el gobierno federal a través de instituciones académicas; de ese modo, las instancias gubernamentales podrán tomar decisiones adecuadas a nivel federal, estatal y municipal, y de manera coordinada.

Julia Carabias Lillo, coordinadora científica del proyecto emprendido por el Centro del Cambio Global y la Sustentabilidad (CCGS), donde la UNAM es socia, explicó que se trabaja directamente con las comunidades campesinas y en distintas estructuras de organización. Se modifican sus procesos productivos para avanzar hacia la conservación, y ya se han registrado mejoras en las condiciones de vida de la gente. Donde se labora “está probado que la gente sale de la línea base de la pobreza”; es el caso de mil 200 familias en uno de los tres sitios piloto del proyecto, en la zona sur de la Reserva de la Biósfera Montes Azules, y su área de influencia en Marqués de Comillas.

Con las acciones emprendidas en los otros dos sitios piloto, Cañón del Usumacinta y Centla (laguna de El Cometa y su zona de influencia) también se ha favorecido a 23 comunidades, en el primer caso, y a los pescadores, en el segundo, con la producción de crías de especies nativas. La cuenca del Usumacinta es estratégica. Esa región, que incluye a la Selva Lacandona, mide siete millones de hectáreas (equivalente al territorio de Panamá); la mitad es territorio mexicano y la otra, guatemalteco. Ahí se registran diferentes climas y tipos de vegetación, y se alberga flora y fauna de la mayor riqueza. Poco más de una de cada cinco plantas y más de 20 por ciento de los vertebrados que existen en el país, se encuentran ahí.

El proyecto ha propuesto el desarrollo e implementación de 12 acciones en los sitios piloto, entre ellas la reforestación para la conservación en el Cañón del Usumacinta, y huertos familiares en la zona sur de la Reserva de la Biósfera Montes Azules. A futuro, se pretende impulsar programas pluridisciplinarios en problemas socioambientales para Mesoamérica y el Caribe, y una prepropuesta de investigación que dé continuidad a la porción guatemalteca de la cuenca.

Rafael Loyola Díaz, director del CCGS, resaltó uno de los trabajos más importantes en materia ambiental del país, donde se reúnen 18 instituciones, con colaboración internacional, y donde hasta ahora han participado 343 técnicos, investigadores, estudiantes y becarios.