RESTITUIR EL PASADO A UN PUEBLO QUE PODRÍA NO CONOCERLO, PAPEL FUNDAMENTAL DEL HISTORIADOR

RESTITUIR EL PASADO A UN PUEBLO QUE PODRÍA NO CONOCERLO, PAPEL FUNDAMENTAL DEL HISTORIADOR

10 septiembre, 2021 0 Por Rene Davila

Foto: UNAM. Darle una base a nuestro pasado y a todo lo que ocurre en el transcurso del tiempo.

Fuente: UNAM

Para algunos historiadores su ámbito de estudio es una humanidad venida a ciencia; para otros, es un área de estudio mitad arte y mitad ciencia. Lo cierto es que se trata de una disciplina humanística, una ciencia humana, y por tanto con sus límites en términos de rigor científico. “El hombre es la medida de todas las cosas”, decía Protágoras, y lo humano a veces falla, considera Patrick Johansson Keraudren, especialista del Instituto de Investigaciones Históricas (IIH), de la UNAM.

El doctor en Letras por la Universidad de París-Sorbona, estima que el compromiso social del historiador es ofrecer, en la medida de lo posible, perspectivas históricas a la vez documentadas, y críticas que propicien eventualmente una reflexión sobre el presente y sobre futuros rumbos.

En opinión del también profesor de náhuatl, estos especialistas tienen como responsabilidad social, restituir el pasado de un pueblo en un momento dado. Por ejemplo, estamos en el contexto de los 500 años de la rendición de Cuauhtémoc (13 agosto de 1521), tema en el que hay una amplia expectación del mexicano y, sobre todo, una polémica sobre el tema de la Conquista. El historiador debe reunir todos los datos concretos, tratar de determinar en la medida de lo posible, la verdad de lo ocurrido, tal y como sucedió, con base en documentos que tienen cierta parte de subjetividad, en un contexto de transmisión y recepción de la información.

El especialista en Historia de los Pueblos Indígenas, señala que, en el caso del mundo precolombino, el hecho de que los textos de la oralidad indígena y su pictografía fueron vertidos en manuscritos alfabéticos, implicó cierta refracción de la información. Entonces, el papel fundamental del historiador, es restituir su pasado a un pueblo que puede no conocerlo. “Podríamos decir que un pueblo que desconoce su historia es como una planta sin raíz que no puede crecer, por lo menos culturalmente, o como una persona que sufre de amnesia”.

En ocasión del Día del Historiador que se conmemora el 12 de septiembre, resalta que el propósito de la historia es darle una base a nuestro pasado y a todo aquello que ocurre en el transcurso del tiempo, toda esta inserción de una nación o un pueblo dentro de la temporalidad, atañe al pasado evidentemente, pero también al presente y al futuro que pronto será un pasado. Por lo tanto, “el historiador también debe interesarse en el presente y vislumbrar este futuro que pronto será pasado”.

Esta disciplina es la huella del hombre en el tiempo, “si no existe una huella cultural, si no hay registro de la presencia del hombre en el mundo, sería como si viviéramos en un tiempo indefinido, anónimo, que aparece y desaparece” sin dejar rastro”. A las personas que no les gusta la historia, podría deberse quizá a que viven en un presente eterno, porque hay formas de vivir el tiempo también dentro del presente en un momento dado; “Es como vivir como zombis, de cierto modo, una vida totalmente anónima, sin rumbo, pues el pasado es lo que fundamenta el presente y el futuro”. Asimismo, hay quienes olvidan la historia reciente, porque este lapso “aún no cuaja del todo, es como un cemento que aún no seca, pero por mucho que sea reciente, es un pasado y tiene un valor histórico”. Para ser historiador se requiere estar conectados con el humanismo, interesarse en la humanidad, incluso desde la prehistoria, periodo también interesante por mucho que no tengamos los documentos para estudiarla a fondo. “El hombre es la medida de todas las cosas, tanto en la literatura como en la historia”.