RUIDO, FUERA DE LA AGENDA PÚBLICA: NO SE ‘ESCUCHÓ’ EN REDISEÑO DE RUTAS AÉREAS

RUIDO, FUERA DE LA AGENDA PÚBLICA: NO SE ‘ESCUCHÓ’ EN REDISEÑO DE RUTAS AÉREAS

9 abril, 2021 0 Por Rene Davila

Foto: Internet. La contaminación auditiva ocasiona problemas de salud.

Fuente: Ibero

Ante el rediseño de las rutas aéreas de los aeropuertos internacionales de la Ciudad de México (AICM) y el de Toluca, que puso en marcha la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), la doctora Jimena de Gortari, coordinadora de Investigación de la Universidad Iberoamericana (Ibero), señaló que la contaminación auditiva que se está registrando en alcaldías del sur y poniente de la capital, no está en la agenda pública.

Desde el jueves 25 de marzo, entró en vigor la primera parte del rediseño del espacio aéreo del Valle de México, cuyo fin, a decir de las autoridades, es hacer más seguras y eficientes las operaciones. En este arranque, fueron contemplados por las autoridades federales los aeropuertos de la CDMX y el de Toluca.

El rediseño pasa por áreas sensibles como la zona de hospitales de Tlalpan, por Ciudad Universitaria y por reservas naturales que rodean a la ciudad como Xochimilco, el bosque de Tlalpan y la cadena del valle de Toluca. El comportamiento de las aves y en general de la fauna se ve muy afectado con el ruido.

Los problemas son múltiples, pues también ocasiona que disminuya el valor de la vivienda con esta externalidad negativa. Asimismo, al no contar con un sistema de salud homogéneo no siempre es accesible para las personas conseguir un implante coclear o un aparato auditivo, así como recibir atención debida ante un problema cardiaco generado por el ruido.

“Lo alarmante es que este tipo de problemas no se toman en cuenta porque el ruido no está en la agenda pública. El ruido tendría que formar parte de cualquier estudio de impacto ambiental de cualquiera infraestructura.

Enfatizó que cuando se hacen rediseños como éste o de vialidades e infraestructuras, el ruido no aparece, porque además no se ve; es decir, no es como la contaminación del aire. Por ello, no hay alguna dependencia que lo regule.

Sugirió que para aminorar el impacto, sería importante procurar horarios que convivan con la vida funcional de la ciudad como ocurre en países como Japón. A su vez, destacó la importancia de implementar estrategias para quienes han sido afectados por décadas, y evitar que este tipo de problemas aparezcan en futuros proyectos con el Aeropuerto de Santa Lucía.

La especialista en entornos acústicos saturados, dijo que el ruido tiene que aparecer entre los temas públicos a discutir, pues toda infraestructura tendría que incorporar este factor, que representa el segundo contaminante ambiental de las ciudades. “El ruido tiene que ser parte transversal de cualquier política pública en términos urbanos”.

El ruido tiene impacto en la capacidad auditiva de las personas. El ruido del avión es impulsivo y discontinuo por factores como el clima: si está nublado, se escucha más fuerte; mientras que con viento, el sonido cambia. La discontinuidad también tiene que ver con que no está permanentemente en el aire y los decibeles varían, lo cual es molesto. La incomodidad puede ocasionar estrés, que a su vez, está vinculado a una libración constante de cortisol, lo que incrementa el nivel de azúcar en la sangre.

Es decir, hay una serie de afectaciones graves a la salud. “El ruido no permite descansar y, lamentablemente, los aviones pasan desde las dos de la mañana. La falta de descanso genera otro tipo de problemas de salud y también sociales, pues esto puede ocasionar cansancio y poca concentración, así como hipersensibilidad, lo que puede generar conductas violentas por estar de mal humor”.