URGE NUEVO CONCEPTO DE GESTIÓN DEL AGUA

URGE NUEVO CONCEPTO DE GESTIÓN DEL AGUA

13 octubre, 2021 0 Por Rene Davila

Foto: UNAM. En México, siete de cada diez vasos que bebemos proviene del agua subterránea.

Fuente: UNAM

La comunidad científica debe continuar con el monitoreo de las deformaciones del suelo en superficie y en el subsuelo, además de ayudar a impulsar políticas públicas que utilicen ese conocimiento, y lo transformen en acciones de prevención y planeación en beneficio de la sociedad, consideró Dora Celia Carreón Freire, investigadora del Centro de Geociencias UNAM.

La organizadora del “Segundo Foro Nacional de las Geociencias”, con el tema principal “Subsidencia del terreno en México, hacia una visión integral”, destacó: mediante el trabajo conjunto con tomadores de decisiones, es posible impulsar que el conocimiento sea integrado en las políticas públicas, en reglamentos de construcción, planes de desarrollo urbano y en la modificación de la Ley de Aguas.

“El paradigma de la gestión del agua subterránea, radica en que no es posible seguir extrayendo agua del subsuelo de manera indiscriminada, la urbanización sin planeación, se impermeabilizan las zonas de recarga y se incrementa la concentración de agua urbana. Entonces no podemos seguir apostando a extraer cada vez más agua del subsuelo. Debemos cambiar de mentalidad y tener un nuevo concepto de gestión de agua”.

A través de políticas públicas se puede implementar acciones. Los investigadores pueden elaborar el mejor estudio técnico, y los políticos tener la mejor voluntad, pero sin una ley o norma que mande que se tienen que usar los estudios, el esfuerzo se lo lleva el viento. A partir de 2012 la mayoría de las personas viven en zonas urbanas, y se extrae sin medida el agua subterránea para que las ciudades crezcan. Sin embargo, el agua dulce es poca, toda vez que representa solo 3% del líquido en la Tierra; de ella 2% está en ríos, 11% en pantanos y 87& en lagos. Es decir, siete de cada diez vasos que bebemos proviene del agua subterránea en México.

Reportes de la Comisión Nacional del Agua indican que las cuencas del noroeste y el sistema Lerma-Chapala, son de las que tienen mayor estrés hídrico en México, que se mide generalmente en porcentajes. Sin embargo, la cuenca del Valle de México tiene uno de los más altos que hay en el mundo, con 139%.

En su charla “Paradigma de la gestión del agua subterránea en México: la subsidencia vs el crecimiento de áreas urbanas”, apuntó que a pesar de que la mayor parte del consumo del agua subterránea es para la agricultura (76%), el abastecimiento público es menor (15%), el dedicado a la energía eléctrica es de 5% y la industria ocupa el 4%; es decir, estamos cambiando de ser un país de población rural a netamente urbana.

Ejemplos de las afectaciones a la población, se aprecian en la Ciudad de México, Querétaro, Celaya, Toluca, Abasolo, Morelia y Salamanca, entre otras urbes, por lo que es necesario realizar estudios de estatigrafía superficial y cartografía, en áreas afectadas por hundimientos y fracturas para la planeación de infraestructura urbana.

De la Facultad de Ingeniería de la UNAM, Martín Cárdenas Soto, detalló cómo el uso de métodos de ruido sísmico ayuda a los especialistas a caracterizar el subsuelo, especialmente para conocer zonas potenciales de peligro asociado a la subsidencia del subsuelo. “En este trabajo aplicamos algunos de esos métodos para caracterizar las propiedades elásticas del subsuelo en sitios de transición y lomas de la Ciudad de México. Mostramos las ventajas de la Interferometría Sísmica para identificar las variaciones laterales de la velocidad de corte, así como la presencia de discontinuidades asociadas a cavidades o estructuras antropogénicas”.