DIAGNÓSTICO NACIONAL DE SUPERVISIÓN PENITENCIARIA 2017
9 mayo, 2018Deficiencias con mayor incidencia: autogobierno y cogobierno, entre otras.
Fuente: CNDH
Al presentar el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2017 (DNSP), la Tercera Visitadora General de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Ruth Villanueva Castilleja, el pasado miércoles 2, informó que se visitaron un total de 198 centros varoniles, mixtos y femeniles, de los cuales los 131 centros estatales de detención obtuvieron una calificación promedio nacional de 6.30; los 20 centros federales, de 7.33; las 3 prisiones militares, 8.13; y las 44 cárceles municipales, 3.99.
En el DNSP se incorporó una sección específica sobre centros femeniles, los cuales obtuvieron calificación de 7.26, en tanto que los mixtos, que son los que albergan tanto población varonil, como femenil, la calificación fue de 5.98, lo que refleja que las mujeres privadas de la libertad viven en mejores condiciones en las instituciones exclusivamente femeniles, reiterando la necesidad de contar mínimamente con un centro de este tipo en cada entidad federativa, como ya se ha señalado en documentos anteriores.
Los centros penitenciarios visitados representan el 52.38% de los existentes en el país y al momento de las visitas contaban con una población de 186,829 personas, que constituye el 86.16% del total de la población penitenciaria nacional.
Respecto de los centros estatales, las deficiencias detectadas con mayor incidencia se refieren a la separación entre procesados y sentenciados, insuficiencia de personal de seguridad y custodia, deficientes condiciones materiales y de higiene en las instalaciones, hacinamiento, falta de actividades laborales y de capacitación para el trabajo, autogobierno y cogobierno, así como falta de prevención y atención de incidentes violentos.
En cuanto a los centros federales, en 16 persiste la insuficiencia de personal, 14 carecen de actividades laborales y de capacitación y tienen deficiencias en la atención al derecho a la protección de la salud de las personas privadas de la libertad, en 13 se observaron insuficiencia de programas para la prevención de adicciones y de desintoxicación voluntaria, y en 11 deficiencias en la vinculación de las personas privadas de la libertad con el exterior.
En las prisiones militares la situación más recurrente es la falta de actividades laborales y de capacitación para el trabajo.
Las deficiencias de las cárceles municipales se refieren a la insuficiencia o inexistencia de instalaciones necesarias para el funcionamiento de los centros, falta de actividades educativas, deportivas, laborales y de capacitación para el trabajo, no existe separación entre procesados y sentenciados, falta de reglamentos y manuales, así como escasa o a veces nula difusión de la normatividad que rige al centro, así como deficientes condiciones materiales y de higiene en las instalaciones para alojar a las personas privadas de la libertad.
La mayoría de estos centros carece de instrumental, medicamentos y personal suficiente, así como de acciones para prevenir y atender incidentes violentos, falta de capacitación del personal penitenciario y deficiencia en la alimentación de las personas internas.
Texto íntegro en http://www.cndh.org.mx/sites/all/doc//sistemas/DNSP/DNSP_2017.pdf