EL AMOR DE ANTES SE HA IDO. EL DE HOY TIENE MÚLTIPLES E INÉDITAS FACETAS
15 febrero, 2019El concepto de romanticismo ha sido banalizado y comercializado, por ello la gente huye de ciertos protocolos de cortejo.
Fuente: UNAM
Zarpó sin regreso, sólo ha quedado en el sepia de las fotografías, en cartas manuscritas, modales y gestos ya diluidos. El amor de antes se ha ido, y el de hoy no tiene una, sino múltiples, inéditas y sincréticas facetas, coincidieron investigadoras universitarias.
El amor se ejerce ahora en swipes (movimientos dactilares) en el móvil, con rosas virtuales, emoticones, encuentros casuales, en viajes sin escala a la genitalidad. La bala de plata la disparó el Internet con las redes sociales, y ese sentimiento se hizo virtual, sin género, a veces violento, sin control. Sólo ha sobrevivido la poesía amorosa. ¿Cómo se llegó hasta aquí? Dos científicas sociales de alta especialización en la UNAM: Alejandra Giovanna Amatto, forjada en la literatura, y Alba Pons, antropóloga y etnografista, compartieron sus puntos de vista al respecto.
Banalización del amor
Alejandra Amatto Cuña, académica de la Facultad de Filosofía y Letras, resaltó: “El concepto de lo romántico ha sido banalizado y comercializado, y por eso la gente muchas veces huye de ciertos protocolos de cortejo; hay que recrear el mundo de códigos y tradiciones que se han perdido, pues cualquier demostración genuina de amor es necesaria porque vivimos en un mundo terrible”. No sé si exista o no lo ‘cursi’, lo que sí hay es un poema mal logrado por la falla en su estructura, simplemente porque cae en lugares comunes…“El amor tiene que estar lo más lejos posible de la violencia y me parece que en los últimos años eso es algo que se ha trabajado mucho en diferentes ámbitos; sin embargo, las redes sociales abrieron una puerta en donde como individuos estamos expuestos, pues nos ponemos en contacto con personas que son virtuales”.
Existe una romantización de ciertos tipos de violencia en las relaciones amorosas; los celos se trabajan mucho desde el punto de vista literario, desde “Otelo”, de Shakespeare, “pero hay que descartar cualquier tipo de práctica violenta como una variable que pueda pertenecer al amor”.
Amor romántico, ¿rol impuesto?
“El amor romántico es un mecanismo que ha permitido perpetuar una posición subordinada de la mujer; es una forma de repartir roles estereotipados de género. Pensemos en los cuentos, en las novelas, ¿qué idea de mujer hay tras esta reproducción del amor romántico?”. Esa idea está asociada a la heterosexualidad, no como una práctica sexo afectiva, sino como una forma de ordenar el mundo.
Alba Pons comentó que “hay personas que no se relacionan de forma monógama con las parejas y que tienen relaciones flexibles en el ámbito sexual; otras que tienen parejas de dos o más integrantes. También han cambiado las identidades: “encontramos parejas que no sabes si son hetero o si son homo, porque se conforman de una persona trans con una que no lo es. Han variado mucho las identidades y eso hace cambiar las prácticas”. Además, la heterosexualidad como norma social y política no existiría si no hubiera doble moral. “Muchos hombres heteros casados les gusta tener sexo con otros varones, pero como ocupan posiciones activas no se nombran como homosexuales; eso les da privilegios porque un heterosexual pueden ocupar más posiciones de poder que un homosexual”.
Visionario
Lo dijo Octavio Paz en “La llama doble”, desde el siglo XX: “Hay una pregunta que se hacen todos los enamorados y en ella se condensa el misterio erótico: ¿Quién eres?…