EN MÉXICO, ESPECIES BENTÓNICAS ASOCIADAS A LA COSTA ENFRENTAN AMENAZAS

EN MÉXICO, ESPECIES BENTÓNICAS ASOCIADAS A LA COSTA ENFRENTAN AMENAZAS

2 abril, 2020 0 Por Rene Davila

Especies marinas menores a los 500 micrómetros de diámetro son raramente objeto de estudio.

Fuente: Academia Mexicana de Ciencias

En Yucatán, Quintana Roo y el Golfo de México se ha observado la reducción de la presencia de especies del género Emerita, particularmente Emerita talpoida, un pequeño crustáceo que antes era muy fácil de encontrar en las playas arenosas.

Los organismos bentónicos forman parte de la fauna y flora que utilizan el fondo marino como sustrato (ya sea roca, arena o limo), o que dependen de éste en alguna etapa de su ciclo de vida. Habitan en aguas interiores como ríos y lagos, en ambientes de transición como estuarios; y en ambientes marinos, divididos en el ambiente litoral o zona de costa, y el ambiente oceánico, el cual comienza a los 200 metros de profundidad.

Los ecosistemas bentónicos, y en especial los invertebrados que habitan en ellos, constituyen el objeto de estudio sobre el que se ha enfocado el doctor Pedro Luis Ardisson Herrera, del Departamento de Recursos del Mar, del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav), Unidad Mérida. “En los sustratos suaves, que en nuestro país son dominantes, porque la mayor parte del litoral de México está compuesto por playas arenosas, la principal amenaza para las especies bentónicas es la contaminación, ya sea por la actividad económica de puertos, por la construcción de dársenas, zonas de abrigo o playas turísticas en donde transita la gente”.

El integrante de la Academia Mexicana de Ciencias ha observado en sus monitoreos de las especies que habitan los ambientes someros —la línea de 0 a 200 metros de distancia perpendicular a la línea de playa—, que la especie Emerita talpoida, un crustáceo anomuro, carente de cola como la que tienen los camarones, y que es conocida popularmente como wech, ha reducido considerablemente su presencia en las playas arenosas de Yucatán, y su situación puede ser indicadora del deterioro que están sufriendo muchas otras especies. “Hace unos años era muy fácil hallarla con escarbar un poco en la arena. En el Golfo de México, yendo hacia Veracruz y Tamaulipas, Emerita talpoida es reemplazada por otra especie del mismo género, E. benedicti, y es posible que lo mismo ocurra si nos desplazamos hacia Quintana Roo, con E. portoricensis, aunque esto último no está comprobado”.

Las especies bentónicas

A menos de que sean especies de interés económico o estético, poca atención se les pone, incluso en el mundo académico. “Pero son especies importantes porque se encuentran en las bases de la cadena alimenticia. Los arrecifes de coral constituyen una barrera natural contra la erosión en zonas costeras, lo mismo que las comunidades de manglar. Las lagunas costeras y estuarios, ambientes marinos muy cerca de la costa, proporcionan refugio para la vida animal y vegetal”.

Estas especies crean heterogeneidad espacial, fomentan la productividad biológica natural, crean zonas de estabilidad hidrodinámica, fomentan, estimulan y mantienen la salud de los océanos reciclando la materia y la energía, evitando las zonas de anoxia, reoxigenando el sedimento; además de que proveen de alimento a otras especies marinas, manteniendo el flujo de las cadenas tróficas, y constituyen una fuente inagotable de biomateriales y de productos de interés biotecnológico para la actividad humana. No obstante, poco se sabe de especies de tallas menores a los 500 micrómetros de diámetro. “La mayor parte de las especies, y las que constituyen la mayor biodiversidad, son de talla inferior y en ocasiones no se sabe ni su sexo, lo que dificulta los estudios de dinámica poblacional. Los invertebrados que tienen un ciclo de vida complejo, con fase larvaria y fase adulta, en la fase larvaria miden micrómetros y no suelen ser objeto de estudio”.