LAS TRANSFORMACIONES NO SON INSTANTÁNEAS, NI PRODUCTO DE LA VOLUNTAD
19 julio, 2018Aniversario Luctuoso del Benemérito de las Américas, Benito Juárez.
Fuente: SS
La política es un instrumento fundamental para el progreso y bienestar de las sociedades, así como para la convivencia civilizada y pacífica de la colectividad, afirmó el titular de la Secretaría de Salud (SS), José Narro Robles, al encabezar el Aniversario Luctuoso del Benemérito de las Américas, Benito Juárez.
En la ceremonia que se realizó en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, donde recibió la condecoración Gobernador Carlos Diez Guitérrez, subrayó que el servicio al pueblo a través del ejercicio de la política exige honestidad, congruencia, solidaridad, lealtad, visión de Estado, y compromiso con las necesidades de la mayoría. Asimismo, resaltó, demanda articulación entre pensamiento, discurso y acción, pero, sobre todo, generosidad y tolerancia ante opiniones y puntos vista distintos, propios de sociedades plurales como la nuestra, lo cual forma parte del progreso a través de la conciliación de juicios, y pareceres diversos con armonía y en paz.
El poder político se construye en la confianza, solidaridad, optimismo, y esperanza, en la búsqueda de la unidad y la inclusión, no en la ambición, amargura, resentimiento, odio, enfrentamiento o revanchismo. Sin embargo, las tareas nacionales son generacionales y los cambios no son instantáneos, ni producto de la voluntad. Las grandes transformaciones responden a procesos y trabajo colectivo, por ello el desarrollo personal y social, el progreso humano y el mejoramiento de la productividad, deben basarse en el binomio educación y la salud.
Esta dupla es la base de cualquier política social, que busque mejorar realmente las condiciones de vida de los más necesitados, a pesar de que se trata de un ejercicio costoso, es la mejor inversión. Durante la ceremonia recordó a don Benito Juárez como uno de los defensores de la patria, constructores la soberanía y del México moderno, un personaje de la historia de nuestro país que siempre supo que la ley y los valores, son las armas de los gobernantes.
De su pensamiento y ejemplo, debemos aprender que existen pocas cosas tan graves para un país como la división, que frente a las dificultades no hay forma de extraviar el rumbo si se siguen los valores y principios republicanos, y que la ambición desmedida por el poder genera enfrentamientos y fracturas. Tenemos problemas, pero también se ha avanzado, “fallan quienes no reconocen nuestros atrasos, pero también quienes sostienen que no se ha progresado, por ello debemos intensificar el combate a los verdaderos enemigos de México: la pobreza, enfermedad, ignorancia, desigualdad, violencia, injusticia, corrupción, impunidad y al desapego al Estado de Derecho”.