POR CADA SEIS EGRESADOS SÓLO SE GENERA UN EMPLEO

POR CADA SEIS EGRESADOS SÓLO SE GENERA UN EMPLEO

10 mayo, 2018 0 Por Rene Davila
30 millones mayores de 15 años en rezago educativo y 3 de 10 en educación superior.

20% de mexicanos de 15 a 29 años no tienen empleo ni educación.

La problemática: equidad y calidad.

Fuente: Ibero

En México existe un desajuste entre el sistema educativo y el productivo, pues por cada seis egresados sólo se genera un empleo; en tanto que las políticas educativas están desvinculadas del proyecto de desarrollo del país, lo que impide tomar en consideración el conocimiento y experiencias exitosas que se gestan dentro de la sociedad y que podrían contribuir a potenciar el bienestar de ésta, señaló la Universidad Iberoamericana (Ibero) Ciudad de México.

En su posicionamiento dado a conocer el pasado viernes 4, ‘La problemática de la educación en México: equidad y calidad’, señala que más del 20% de los mexicanos de 15 a 29 años de edad no tienen empleo ni están matriculados en educación o formación.

Cerca de cuatro millones de niños de entre tres y 17 años asistan a la escuela; más de 30 millones de mexicanos mayores de 15 años se encuentran en rezago educativo (41% de la población mayor de 15 años) y sólo tres de cada diez jóvenes acceden a educación superior. La exclusión educativa afecta principalmente a los sectores más pobres y vulnerables. En general, puede afirmarse que el sistema educativo es ineficaz e ineficiente y funciona como una especie de embudo: del 100% que ingresa a primaria, menos del 1% completará un programa de doctorado.

La calidad de la oferta educativa es deficiente, tanto en la currícula como en la formación y desempeño de docentes y directivos, lo cual impide alcanzar resultados de aprendizaje en los niveles deseados. Niñas, niños y en general las y los jóvenes mexicanos no alcanzan los logros de aprendizaje indispensables para su desarrollo. En este contexto, la reforma educativa, no atiende los principales problemas pedagógicos, curriculares y de formación docente, por lo que aún es necesario configurar un modelo educativo en el marco de una política integral en esta materia.

En la educación superior hay deficiencias en la calidad de los procesos de enseñanza y aprendizaje, escasez de innovación pedagógica y preponderancia de un modelo que no resulta pertinente a las demandas de los jóvenes y la sociedad. Adicionalmente predominan programas de posgrado desvinculados de las investigaciones de vanguardia y las necesidades sociales, así como de la posibilidad de atender los principales problemas que enfrenta el país.

Más gasto en educación y favorecer a excluidos

Se enfrenta un proceso de pauperización de la educación formal a la que acceden los estratos sociales de menores ingresos, lo que afecta de manera más importante a grupos de población históricamente desaventajados o excluidos, como la población rural, urbana marginal, indígena, jornaleros agrícolas migrantes, población con discapacidad e incluso a más del 20% de jóvenes de 15 a 29 años que no estudia ni trabaja.

La educación se sigue planteando como un modelo homogéneo que no atiende las condiciones de relevancia social, y pertinencia cultural necesarias para impulsar capacidades fundamentales para el desarrollo personal y social. La currícula académica privilegia asignaturas instrumentales (español, matemáticas, ciencias) y anula la formación integral que impulse otros talentos e intereses, como expresiones artísticas y culturales, valores éticos y ciudadanía, y saberes comunitarios.

El proceso de políticas educativas está contaminado por la corrupción, el clientelismo y la impunidad que aniquilan los proyectos de cambio y mejora. Por ello, deberían fortalecerse esquemas alternativos a la educación formal y asegurar una mayor participación social en todos los procesos educativos. Urge combatir la corrupción y el uso clientelar de las políticas educativas.