10 CLAVES PARA BRILLAR EN PÚBLICO Y POTENCIAR A LAS MARCAS

10 CLAVES PARA BRILLAR EN PÚBLICO Y POTENCIAR A LAS MARCAS

19 septiembre, 2018 0 Por Rene Davila
Hay cuatro tipos de personalidades y a cada una se le asigna un color.

Todos tenemos algo único.

Herramientas que permiten a una marca o persona impactar positivamente.

Fuente: Ibero

Las personas y las marcas se parecen mucho: deben saber comunicar sus objetivos, convencer de manera efectiva a su interlocutor o cliente y ser fieles a su esencia —con virtudes e imperfecciones—. Sólo de esa manera pueden impactar de manera positiva y triunfar en la vida diaria, a nivel profesional o en la competida industria del consumo.

Para Francisco Unda, speaker internacional y especialista en temas de liderazgo, todos tenemos algo único al momento de transmitir ideas, y hay herramientas y estrategias que podemos usar para ser grandes comunicadores y no sucumbir ante una audiencia. Estas claves pueden ser usadas por cualquier persona o marcar la línea de una campaña de marketing. Durante la conferencia ‘Reprende: transfórmate en un gran comunicador de tus ideas’, organizada por la Universidad Iberoamericana (Ibero), enumeró diez técnicas y métodos que al combinarse permiten mantener la atención de un auditorio, y transmitir un mensaje intencional contundente.

Cuatro colores, cuatro personalidades

El psicólogo William Marston afirmó que hay cuatro tipos de personalidades y a cada una de ellas se le asigna un color. Todos tenemos esos comportamientos, pero en diferentes grados y siempre habrá uno que destaque. En el caso de la oratoria, se refiere a la forma de hablar en público:

  • Rojo: está orientado al resultado final, a metas y logros, cuando habla en público es contundente y categórico, acepta y propone grandes desafíos. Nunca es término medio. Llega a convencer y da confianza si dosifica su mensaje; aunque puede intimidar y perder calidez.
  • Amarillo: generan empatía y está orientado a las relaciones. Son extrovertidos y líderes queridos; muestran sus luces y sombras. Son acelerados, les encanta hablar, la energía la toman de su audiencia. Cuando hablan en público son optimistas, entusiastas y colaborativos. Generan empatía y son carismáticos.
  • Verde: Su fuerza está en pensar en el otro. El verde llega al corazón de las personas, genera cosas muy positivas, pero pierde metas y objetivos. Genera lealtad incondicional, mucha empatía y cercanía. Tocan el corazón porque tienen credibilidad.
  • Azul: es introvertido y concienzudo. Pone énfasis en la calidad, la precisión y la experiencia. Un azul genera impacto a través de los números, los datos, el análisis y el orden.

Francisco Unda señaló para generar sintonía con la audiencia debemos hablarle a su ‘personalidad’, es decir, si es amarilla debemos abrir con las características de este color. Sin embargo, siempre debemos interactuar desde lo que somos, pues de esta forma llevaremos al interlocutor a nuestro terreno y logramos transmitir mejor las ideas.

Contar historias, el lenguaje y ángulos, la esencia del orador

Una de las llaves más poderosas es el storytelling, que sirve tanto a marcas como a personas. “El ser humano no se lleva números, se lleva historias”. Existen dos tipos de construcciones: grandes y pequeñas. La primera da contexto y es fría (números, datos y cifras) y la segunda es difusa, pero cálida (se abordan anécdotas y nombres propios). La combinación de ambas potencia el mensaje. La tercera herramienta consiste en crear realidades a través del lenguaje. Éstas deben responder a lo que queremos generar. El ser humano funciona por contrastes, por lo que siempre debe haber luces y sombras. La presentación no puede estar cargada sólo de palabras positivas, tampoco de negativas; debe haber un equilibrio y generar empatía.

Siempre se comienza con una afirmación positiva. Las marcas utilizan frases positivas para generar pensamientos positivos en la audiencia. El juego de palabras, decir ‘seminuevo’ en lugar de ‘usado’ cambia el sentido del mensaje. Se deben evitar palabras como el ‘pero’, porque invalida lo previamente dicho, o construcciones negativas. Siempre debemos optar por un cambio de sentido. La cuarta clave radica en decir las cosas como nunca antes se han dicho, aunque sea un tema por todos conocido, es decir, el ángulo debe ser novedoso y ahí las posibilidades son infinitas. Debemos jugar al opuesto, pero que nos lleve al mismo lugar.

Otras herramientas:

  • Tono y velocidad: enfócate en la velocidad, el tono viene solo. Al ser humano le gustan los giros inesperados y en una conversación se logran con los silencios y las alteraciones de tono y velocidad.
  • Contacto visual: los políticos usan este recurso cuando salen ante las masas: es suficiente con señalar a un punto del público, saludar a algunos presentes y ‘hablar’ con la persona más cercana.
  • Simplificar: los soportes gráficos y la información de apoyo debe ser mínima. La audiencia se lleva máximo tres ideas.
  • Participación e interacción: generar preámbulos. No dar la información desde el principio porque nadie escuchará el resto de la ponencia. El método participativo despierta la atención de la audiencia.
  • Preguntas retóricas: hacer que la audiencia participe sin exponer a nadie. No se necesitan respuestas y nadie podrá ser ajeno a la pregunta. Se pueden hacer trivias y generar expectativas.
  • Lenguaje corporal: el 70% de los que uno habla lo dice el cuerpo. Debe existir un equilibrio entre el discurso y la kinésica. Como consejo, Francisco dijo que antes de hablar en público, hay que cargarnos de energía haciendo lo que nos gusta: escuchar música, comer o platicar, por ejemplo.