EXCESO DE ILUMINACIÓN ARTIFICIAL, OTRO CONTAMINANTE EN MÉXICO

EXCESO DE ILUMINACIÓN ARTIFICIAL, OTRO CONTAMINANTE EN MÉXICO

13 julio, 2021 0 Por Rene Davila

Foto: UNAM. Cada vez más personas buscan espacios para apreciar fenómenos astronómicos.

Fuente: UNAM

Proteger los cielos oscuros, impulsar el astroturismo, así como recuperar la salud de la flora y fauna silvestres en México, son parte de los beneficios de considerar a nivel nacional, a la luz artificial intrusiva como contaminación lumínica, aseguró Fernando Ávila Castro, investigador del Instituto de Astronomía (IA), de la UNAM.

Uno de los principales impulsores de la iniciativa y de la llamada Ley de Cielos Oscuros, destacó que a partir de la segunda mitad de 2021, se comenzará a trabajar con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y la Secretaría de Economía (SE) para definir parámetros, cantidad de luz, rangos, niveles, lugares y zonas protegidas, entre otros rubros.

Sitios de observación, en Chile y España, por ejemplo, tienen leyes de cielo que protegen los espacios de observación a nivel local; sin embargo, México es el primero en contar con una regulación a nivel nacional, a fin de proteger y recuperar cielos oscuros, lo que hará posible fomentar el astroturismo.

La definición de contaminación lumínica, publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF) con las nuevas disposiciones en la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, fue una reforma alcanzada gracias al trabajo de expertos del IA y del Observatorio Astronómico Nacional (OAN). El concepto se refiere al resplandor de luz artificial en ambientes nocturnos o brillo en el cielo nocturno, producido por la difusión de la luz en la atmósfera, que altera las condiciones naturales de luminosidad, que dificultan las observaciones astronómicas de objetos celestes e impactan en los ritmos naturales de los seres vivos.

Para prevenir, reducir y controlarla, se establece promover la eficiencia energética del alumbrado exterior; preservar las condiciones naturales; corregir los efectos de la contaminación, y reducir la intrusión lumínica en sitios diferentes a los que se quiere iluminar, por ejemplo, entornos naturales e interior de edificios, indica el texto.

Proteger el cielo oscuro

El Observatorio Astronómico Nacional en San Pedro Mártir, Baja California, se ubica entre los cuatro mejores lugares a nivel mundial, para la instalación de telescopios y en los tres primeros del hemisferio norte, y aunque tiene importantes colaboraciones internacionales para el uso e instalación de estos instrumentos, las luces de las ciudades que lo rodean pueden contaminar el cielo oscuro. Por esta razón, desde hace 17 años expertos del IA colaboran con las autoridades municipales de Ensenada, y en 2006 se promulgó el Reglamento para la Prevención de la Contaminación Lumínica de Ensenada, comúnmente conocida como la Ley del Cielo.

Cuatro años más adelante, el Congreso de Baja California aceptó incluirlo en la Ley Estatal de Protección del Ambiente. Debido a la ubicación del Observatorio, los expertos empezaron a trabajar con los municipios que generaban más luz contaminante, como Ensenada (donde se ubica), Mexicali y recientemente en Tijuana. Toda vez que también les afecta la luz proveniente de San Luis Río Colorado, en Sonora, ampliaron la zona de influencia a la entidad vecina.

También se trabajó con la Cámara de Diputados para la regulación, porque consideraron que también se debía revisar el tema de la luz que emiten mineras, puertos, aeropuertos, carreteras y construcciones federales, lo cual derivó en la reforma a la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, publicada recientemente en el DOF.

Entre más sitios protejan su cielo ayuda en la creación de geoparques, áreas naturales protegidas, parques nacionales, reservas ecológicas e impacta favorablemente la salud humana, la flora y fauna silvestre, el objetivo es conservar los ambientes. De esa manera se facilita “el desarrollo del astroturismo, pues ante la contaminación lumínica cada vez más personas en el mundo, buscan espacios oscuros dónde apreciar los fenómenos astronómicos”.

Actualmente San Pedro Mártir recibe 20 mil visitas al año, mientras que los observatorios de Canarias y Chile registra más de 200 mil visitantes en el mismo periodo, por lo que en México existe un amplio margen de crecimiento.