AUMENTAN TRASTORNOS DEL SUEÑO EN ESCOLARES

AUMENTAN TRASTORNOS DEL SUEÑO EN ESCOLARES

11 julio, 2021 0 Por Rene Davila

Foto: Internet. Disminución de la calidad de vida.

Fuente: UNAM

Apnea obstructiva del sueño (obstrucción intermitente del flujo de aire durante el sueño), insomnio y terrores nocturnos (episodios de gritos, miedo intenso y agitación del cuerpo), son indicadores, particularmente en población escolar, que revelan trastornos mientras duermen, e inciden en la disminución de su calidad de vida, aseguró Selenne Verde Tinoco, especialista de la Clínica de Trastornos del Sueño, de la Facultad de Medicina (FM), de la UNAM.

El regreso a la “nueva normalidad” y con ello a las aulas, provoca en los alumnos aumento de estrés que podría conducir al bruxismo (rechinar de dientes), porque luego de más de un año de distanciamiento físico, incluso los de nivel medio superior y superior, tienen dificultad para iniciar su sueño, ya que los cambios implican adaptarse. Dormir el número de horas necesarias y con la calidad de sueño adecuada, es vital para el desarrollo integral de niños y adolescentes.

La cuarentena aún nos mantiene en un ambiente en el cual desarrollamos síntomas como ansiedad, depresión, alteraciones en el estado de ánimo, además de dificultad para despertar en el horario que solíamos hacerlo para acudir a la escuela.

La presencia de insomnio se presenta, principalmente, por mala higiene del sueño, por ejemplo utilizar los dispositivos electrónicos a la hora de irse a dormir. “Nos vamos a la cama con nuestros teléfonos para relajarnos, pero de manera errónea, pues la mayoría de las veces lo hacemos para ponernos al tanto de las noticias que están aconteciendo, muchas de ellas incrementan los síntomas de ansiedad”.

¿Por qué debemos dormir bien?

Durante el sueño se realizan funciones importantes: consolidación de la memoria, formación de células que ayudan al desarrollo de biomoléculas como proteínas y aminoácidos, así como la restauración de una serie de células que permiten el correcto funcionamiento del sistema inmunológico, entre otras. Un descanso adecuado repara el organismo para seguir la vida en condiciones óptimas. Si no se descansa el tiempo promedio requerido, somos más propensos a contraer alguna enfermedad, ser vulnerable para que algunos virus o bacterias ataquen nuestro organismo.

En el caso de los niños, durante el sueño secretan la hormona de crecimiento, la cual les permite un adecuado desarrollo durante esta etapa; cuando existe un trastorno al dormir se observa disminución en la talla, o bien, aumento en los índices de sobrepeso y obesidad. En la etapa diurna, los desórdenes se manifiestan en daños en la actividad cognitiva, y por tanto, problemas de atención durante las clases o somnolencia; despertares nocturnos con miedo y enuresis (orinarse en la cama de manera recurrente durante el sueño). Estos problemas deben ser abordados de manera integral por profesionales de la salud.

Regularizar –de manera gradual– los horarios habituales, a fin de dormir a temprana hora; es decir, “si desde el viernes, sábado y domingo me acuesto 20 minutos antes de lo acostumbrado, hasta antes del anuncio de la reincorporación a la escuela o a la actividad laboral, lograremos una mejor adaptación para que el día lunes no me cueste tanto trabajo despertarme a una hora a la que me había desacostumbrado”.

Al evitar desvelarse y dormir un promedio de siete u ocho horas diarias cumpliremos con nuestra arquitectura de sueño; una noche de descanso reparador durante el cual se secreta, de manera normal, la melatonina, hormona responsable de la regulación de la vigilia y del sueño.