AUMENTÓ EL CARBONO 14 EN LA CDMX, DURANTE EL CONFINAMIENTO

AUMENTÓ EL CARBONO 14 EN LA CDMX, DURANTE EL CONFINAMIENTO

28 diciembre, 2022 0 Por Rene Davila

Foto: UNAM. Este elemento en la atmósfera mostró los cambios en las diferentes etapas.

Fuente: UNAM

En la Ciudad de México, durante del periodo de confinamiento por la COVID-19, aumentó la concentración de carbono 14 en la atmósfera, reveló la investigadora del Instituto de Geografía, de la UNAM, Laura Eugenia Beramendi Orosco. A partir de 2009 realiza -en el Laboratorio Universitario de Radiocarbono de la -UNAM- estimaciones de cuánto dióxido de carbono (CO2) hay en la atmósfera de la capital mexicana, derivado de la quema de combustibles fósiles, utilizando como marcador los niveles de Carbono 14.

En entrevista explicó que el incremento en los niveles se debe a que llegó más radiación solar directamente a la Tierra, ya que disminuyó la presencia de contaminantes derivados de la quema de combustibles fósiles. La vida surge gracias al carbono y todo lo que lo contenga está hecho de una mezcla de sus diferentes variantes: el carbono 12 forma prácticamente 99% de las cosas; el 13 lo contiene el 1% de los organismos vivos naturales; además, existe un tipo que recibe el número 14, el cual es radioactivo y lo genera la radiación cósmica que llega a la atmósfera.

El petróleo ya no tiene Carbono 14 (solo Carbono 12 y 13). Por ello, cuando se quema (al igual que sus derivados) generan CO2 libre de Carbono 14. Es decir, entre menos de este elemento hay en la atmósfera, mayor es la contaminación generada por el hombre en el ambiente.

“Vimos un aumento significativo en la concentración del Carbono 14 en la atmósfera, incluso cómo los cambios fueron respondiendo a las diferentes etapas del confinamiento”.  El 20 de marzo de 2020 empezó, de manera oficial, la fase 1 en la cual cerraron escuelas y universidades; después la fase 2 se aplicó el 31 de marzo, cuando se detuvo la mayoría de las actividades no esenciales y disminuyó el servicio del transporte público. En la 3, del 21 de abril y al 30 de mayo, el confinamiento fue total y se pararon todas las actividades no esenciales.

A partir del 1 de julio de 2020 inició la llamada “nueva normalidad” en la cual se reactivaron, de manera gradual, las diferentes actividades no esenciales, hasta que en septiembre de 2021 se quitaron prácticamente todas las restricciones. Esos cambios quedaron registrados en las concentraciones de Carbono 14. Los datos de enero de 2019 indican que antes del confinamiento se tenían valores muy bajos de este tipo de Carbono.

Si bien la cantidad de este elemento comenzó a subir a partir del 20 de marzo, aumentó todavía más al empezar la fase 3 del confinamiento, alcanzando niveles pico el 28 de junio de 2020. Sin embargo, al implementarse “la nueva normalidad” y aumentar el tráfico, el Carbono 14 comenzó a bajar nuevamente hasta alcanzar niveles menores a los registrados antes del confinamiento.

Los especialistas compararon los resultados con los generados en un sitio natural, sin contaminación, donde también se han medido desde hace mucho tiempo los niveles de Carbono 14 en la atmósfera: las montañas de Colorado, que son monitoreadas por la Universidad de Colorado y la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA, por sus siglas en inglés) de EU. Los resultados fueron: cuando empezó el confinamiento los valores de este elemento en la Ciudad de México y Colorado fueron muy similares.

Los datos corresponden solo hasta diciembre de 2021, pues las muestras de 2022 se siguen recolectando; lo más probable es que se hayan “normalizado”, inclusive podrían ser más bajos al registro antes de la pandemia, debido a que ahora el tráfico está peor.

Marcador histórico Se sabe que hay un átomo de Carbono 14 por cada billón de átomos de Carbono 12; es decir, su cantidad es tan pequeña que se le considera seguro, y los seres vivos lo asimilamos a partir de los alimentos que ingerimos. Sin embargo, este elemento tarda hasta 50 mil años en degradarse y ha ayudado a expertos –principalmente en arqueología y paleontología- para determinar la edad de tierras u organismos que vivieron hace cientos o millones de años. Aunque también se puede utilizar para determinar la fuente o el origen del Carbono que haya en diferentes tipos de muestras.