¿CÓMO NOS AFECTA QUE LA POLICÍA SEA OPERADA POR EL EJÉRCITO?

¿CÓMO NOS AFECTA QUE LA POLICÍA SEA OPERADA POR EL EJÉRCITO?

22 abril, 2023 0 Por Rene Davila

Foto: Internet. Guardia Nacional a la SEDENA.

Fuente: Ibero

Esta semana, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) puso freno al dictamen que establece que la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) tome el control operativo y administrativo de la Guardia Nacional (GN). El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que presentará una nueva iniciativa en 2024 para que pase a la SEDENA.

¿Cómo nos afecta que los órganos policiales sean administrados y operados por el Ejército?

Rodolfo Gamiño, académico del Departamento de Historia de la Universidad Iberoamericana (Ibero), explica: Primero, habría que pensar que, en términos legales o jurídicos, sería un proceso inconstitucional porque la Guardia Nacional viene a ocupar un lugar de una guardia con mando civil y en términos constitucionales, sus funciones operativas serían muy diferentes a las que tendría, por ejemplo, la SEDENA.

Justamente, ese fue el argumento de las y los magistrados de la Suprema Corte – quienes con ocho votos a favor y tres en contra -, frenaron el decreto aprobado por ambas Cámaras del Congreso de la Unión en septiembre de 2022, al considerar que vulnera el artículo 21 de la Constitución, el cual establece que “las instituciones de seguridad pública – incluyendo la Guardia Nacional – serán de carácter civil, disciplinado y profesional”.

Que la GN sea administrada por el Ejército, ¿es un intento de militarización?

Las facultades que se han dado a las fuerzas armadas desde la llegada de Andrés Manuel López Obrador han sido desproporcionadas y es a histórico, ni con el PRI en sus mejores épocas, se hubiera pensado en un proceso de militarización legalizada, porque eso es y hay que decirlo.

El haber aceptado la integración de la Guardia Nacional (a SEDENA), es una extensión de militarización ya declarada, legalizada. Entre los riesgos de poner un mando castrense al frente de las fuerzas policiales: El primero, es que “los grados de impunidad en las acciones extrajudiciales, al meterse al Ejército, estarían mucho más blindadas, y Segundo, se entregaría a las Fuerzas Armadas, en este caso a SEDENA, un presupuesto desproporcionadísimo, más del que ya se tiene, que ahora administran sectores portuarios, aéreos, son constructores, son diseñadores, etcétera, y ese también es un riesgo que constitucionalmente es incoherente”.

Si lo que hicieron la Dirección Federal de Seguridad (DFS) y los militares en la Guerra Sucia, que tenías más de 600, 700 desaparecidos, en ese momento era ilegal, es volver legal lo que en ese momento se hizo de manera ilegal, pero no se ve manera de que, al menos en lo que queda de este gobierno, los militares vayan a perder el poder, y el problema ahora va a ser cómo se los vas a quitar.

El problema es que entregar la Guardia Nacional a las fuerzas militares, es una extensión de una ‘militarización legalizada’ en todos los reductos del país, y eso todavía tiene más riesgos más allá de la violencia, de las violaciones a los Derechos Humanos, ejecuciones extrajudiciales y como es legal, ya no sería impunidad, están en su derecho, en decidir qué es excepcional y qué es regla, y en función de eso hacer lo que quisieran.

La Guardia Nacional, ¿tenía potencial para mejorar la seguridad?

En un principio, que a título personal, yo veía muy bien la construcción de una Guardia Nacional, porque aparentaba que había una intención por parte del Gobierno Federal, nuevamente, por centralizar la seguridad y hacer una policía que dependiera directamente de mandos civiles, de la Secretaría de Gobernación, por ejemplo, de Presidencia y que se regresaba la centralización de los mandos policiales a la tutela del Estado. Se pensaba, o al menos lo augurábamos, como un modelo que a corto plazo podría funcionar, porque así había funcionado muy bien durante todo el periodo de vida de la Dirección Federal de Seguridad (que operó entre los años 40 y 80 en México), en relación al narcotráfico, crimen organizado y todo ello.

Conforme pasa el tiempo, la GN empieza a tener características muy extrañas, no se centraliza, no llega a ser un mando centralizado en términos de operaciones para la seguridad, y siempre estaba ese guiño de que la Guardia Nacional, al menos como se conforma – por militares mayoritariamente – iba a depender directamente de mandos castrenses”.