EL MERCADO SE HA APROPIADO DE LA EDUCACIÓN; NECESITAMOS REINVENTARLA

EL MERCADO SE HA APROPIADO DE LA EDUCACIÓN; NECESITAMOS REINVENTARLA

21 noviembre, 2018 0 Por Rene Davila
Las escuelas que necesitamos, favorecen el equilibrio entre la iniciativa individual y el trabajo en equipo.

La educación es vendida como la vía privilegiada.

La educación ya no lucha contra el sometimiento, ahora tiene un valor de intercambio.

Fuente: Ibero
En este siglo XXI, el de la humanidad integrada, el mercado se ha apropiado de la educación, que ya no es más el instrumento para luchar contra el sometimiento y la ignorancia, “sino un bien que se adquiere y se posee, que tiene un costo de producción y un valor de intercambio”; por tanto, no son pocos los estudiantes que creen que el profesor les vende sus conocimientos, que les abrirán las puertas del éxito individual, dijo David Fernández Dávalos, S. J., Rector de la Universidad Iberoamericana (Ibero) Ciudad de México·Tijuana.

En su conferencia magistral ‘Para una educación distinta’, que dictó en la ‘Cátedra Latinoamericana Ignacio Ellacuría: fronteras ellacurianas para encargarse de la realidad’, agregó que como corolario de lo anterior existe una tendencia a concebir los recursos que el Estado destina a la educación, ya no como un acto de justicia o de cumplimiento de un deber público, sino como un gasto, una inversión, un subsidio. En consecuencia, el derecho a la educación se ha convertido en derecho a tener servicios educativos, se ha convertido en demanda, y ésta se ha convertido en ‘clientela escolar’.

El proyecto de formar sujetos autónomos y libres se ha transformado en producción de recursos humanos, y los antiguos criterios de evaluación son ahora estándares de calidad. “Se transforman así los ciudadanos en demandantes y clientes de servicios educativos, de la misma manera que son demandantes o clientes del servicio de agua o de electricidad”. Los conceptos que ahora empujan la educación hacia el mercado son la globalización y la sociedad del conocimiento, donde la primera se presenta como el principal valor productivo y social. Así, la educación es vendida como la vía privilegiada, abierta para todo el mundo, dicen, “sin acepción de personas ni de grupos sociales para tener acceso a la clase mundial”.

Mencionó que el investigador de temas educativos, Pedro Gerardo Rodríguez, hizo notar que antes el horizonte de la escuela era el mundo del trabajo. Sin embargo, hoy el referente es un mundo sin trabajo; por empresas que ya no pretenden generar nuevos puestos de trabajo, sino transformarlos y sustituirlos por o con las nuevas tecnologías. “Para la globalización, como ideología del libre mercado irrestricto y totalizador, sin controles éticos, políticos o legales, ya no existen ciudadanos, sino consumidores, clientes potenciales que demandan servicios”.

A partir de este diagnóstico, el Rector consideró que “nos resulta urgente encarar la necesidad de inventar, de impulsar, de desarrollar una educación diferente a la que nos han venido ofreciendo en nuestro subcontinente y en el mundo quizá; o de la que hemos venido nosotros mismos impartiendo”. Porque el humanismo que ha caracterizado al pensamiento occidental desde su origen, ha sido “expulsado por el embate de la racionalidad económica, productivista, que todo lo arrasa. La fe en el ser humano, en las fuerzas que lo sostenían, se ha quebrado en el corazón de la humanidad”.

Para una educación distinta

¿Por dónde iría una educación distinta? Frente a una orientación hacia al mercado, el Informe Delors (1996) postulaba para todos los países en el mundo la necesidad de una nueva idea de educación, orientada a valores. Decía que lo hay que hacer es: aprender a seraprender a conoceraprender a hacer y aprender a convivir. Un grupo de Premios Nobel tradujo esas intenciones en seis principios clave que también pueden indicar qué tipo de educación se requiere hoy, y que son necesarios incorporar en la educación para este siglo XXI.

  1. Respeto por la vida. Una concepción y práctica educativas que se opongan al racismo, la discriminación en la educación y la sociedad por motivos de estado civil, orientación sexual, religión, opinión política, situación económica, etcétera; y que en cambio promueva el respeto por distintas tradiciones y culturas en los países, y que procure la igualdad de género.
  2. Que mueva a rechazar la violencia. Sea física, sexual, económica, social o psicológica. Que capacite para la resolución pacífica de las controversias y eduque para la paz.
  3. Que enseñe a compartir con los demás. Que esté cercanamente vinculada con valores como justicia social y justicia económica.
  4. Que lleve a escuchar para entender. Que acoja la diversidad cultural, provea de elementos para el entendimiento y garantice la libertad de expresión.
  5. Conservación del planeta. La educación ha de impulsar el uso racional de los recursos, para un desarrollo sostenible.
  6. Ha de hacer redescubrir la solidaridad. Propiciar la plena participación de todas las personas. La incorporación con equidad, de las mujeres, de los indígenas, de todos los sectores marginados del desarrollo.