EVITAR NUEVOS GENOCIDIOS REQUIERE NO OLVIDAR Y REFLEXIONAR SOBRE EL HOLOCAUSTO
26 enero, 2019Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, ratifica el compromiso de luchar contra el antisemitismo, el racismo y toda forma de intolerancia.
Fuente: UNAM
En un momento en que la violencia se ha hecho parte de la convivencia social, no sólo es necesario recordar el Holocausto, sino analizarlo y reflexionar para entender ese suceso sin precedentes en la historia, y evitar que se generen otros genocidios, afirmó Judit Bokser Misses-Liwerant, académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, sostuvo que es imperativo no olvidar e intentar comprender lo incomprensible de este suceso, considerado como la cumbre de la barbarie humana; “pero también debemos estar atentos, porque cuando se considera inferior a un grupo humano y la discriminación se naturaliza, surgen los problemas”.
En 2005, la Organización de las Naciones Unidas determinó crear el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, el 27 de enero, fecha que recuerda la liberación del campo de concentración y exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau, por las tropas soviéticas, en 1945. Con esto no sólo se les rinde tributo, sino que se ratifica el compromiso “de luchar contra el antisemitismo, el racismo y toda forma de intolerancia que pueda conducir a actos violentos contra determinados grupos humanos”. ¿Qué aprendimos del Holocausto? Sólo hay que ver la situación de los inmigrantes en el mundo, la exacerbación de la intolerancia, el racismo extremo del presidente de EU y cómo esas posturas también provocan un mayor antisemitismo. Cada generación debe volver a pensar, tomar conciencia, no olvidar. Es triste que el tema siga siendo actual”.
En México, por ejemplo, tenemos una concepción de la identidad nacional construida con elementos étnicos y religiosos de una mayoría con características determinadas; muchas veces a los judíos se les considera extranjeros. Aún entre segundas, terceras y cuartas generaciones la pregunta es “¿eres mexicano?”, y ahí es cuando la ciudadanía, más que ser jurídica, se convierte en étnica. No obstante, “el progresivo pluralismo cultural y político, así como el proceso de democratización, ha transitado hacia un concepto más incluyente de ciudadanía cívica”. Ellos no fueron los únicos perseguidos. También hubo exterminio de gitanos, homosexuales, prostitutas, pordioseros y delincuentes, entre otros segmentos. Pero la diferencia con los judíos, fue la idea de los alemanes de acabar con todo un pueblo; el proceso de aniquilación estaba en marcha, pero no pudieron lograr su objetivo porque sufrieron la derrota de la guerra.
Los nazis, antes de acabar con su vida, establecieron un boicot económico contra los judíos, y por medio de las Leyes de Núremberg les arrebataron la ciudadanía alemana y sus derechos fundamentales. El proyecto nazi inicial contemplaba la expulsión de los judíos de su territorio; la pregunta era a dónde irían. La gran sorpresa fue que la mayoría de las naciones no les abrieron sus puertas, incluido México (a diferencia de lo que ocurrió con el exilio español); por el contrario, se dio una especie de “correa” transmisora de ideología antisemita y prejuicios, en donde lo judaico resultaba ajeno a la composición hispano-católica e indígena de nuestro país. “Muchos pudieron haber intervenido y no lo hicieron. Ésa es una lección para todas las sociedades, para alzar la voz por aquellos que son perseguidos”. “La memoria significa desafiar la voluntad del exterminio. Ésa es la manera de honrar a las víctimas: recordando, estudiando, aprendiendo, pensando y reflexionando”.