HACIA UN TURISMO MÁS RESPONSABLE

HACIA UN TURISMO MÁS RESPONSABLE

26 septiembre, 2022 0 Por Rene Davila

Foto: UNAM. Las potencias tradicionales en la materia abrirán sus fronteras.

Fuente: UNAM

De acuerdo con la Organización Mundial del Turismo (OMT) de las Naciones Unidas, en 2020 México se ubicó como el tercer país más visitado y el décimo tercero en captación de divisas turísticas.La OMT agregó que durante los primeros cinco meses de 2022 el turismo internacional a nivel global experimentó un importante repunte, con casi 250 millones de llegadas registradas; en comparación con 2021 (77 millones de enero a mayo) significa que el sector recuperó casi la mitad (46 por ciento) del nivel observado en 2019.

En entrevista, el investigador del Instituto de Geografía de la UNAM, Álvaro López López, asegura que durante largo tiempo el turismo ha sido el tercer sector económico del país por la generación de divisas, solo detrás de las exportaciones petroleras y de las remesas; representa en promedio, 8% del Producto Interno Bruto, aunque resulta difícil calcular esa cifra por tratarse de una actividad compleja en la que participan diversos actores como las industrias de alimentos y de la construcción, la producción agrícola o importación de productos, transporte, etcétera.

Para los vacacionistas de otras naciones fue relativamente fácil ingresar a nuestro país, por la flexibilidad en la recepción de los visitantes, acota en ocasión del Día Mundial del Turismo que se conmemora el 27 de septiembre.

“Dará la batalla”

En México la vacunación contra la COVID-19 se implementó de manera masiva, lo que representó que las políticas de ingreso de los visitantes extranjeros fueran relajadas, en comparación con otras naciones. La nación mexicana pasó temporalmente del séptimo lugar mundial –una buena posición– por recepción de turistas internacionales, al tercer sitio, solo detrás de Francia e Italia. Sin embargo, México no mantendrá ese sitio por largo tiempo, porque en la medida en que las potencias tradicionales en la materia, entre ellas España, EU, Alemania o Reino Unido, además de otras emergentes como China, Turquía, Tailandia o Rusia abran sus fronteras, es probable que descienda en el ranking de países con mayor turismo externo.

Aun así “dará la batalla” para mantenerse en un lugar importante, debido a la fama actual a nivel global, de que es menos problemático viajar hacia acá. Las alertas emitidas por el gobierno estadounidense para que su población evite visitar ciertos estados mexicanos por la situación de violencia que presentan, no influyen en la tendencia general del turismo, puesto que existen otros destinos que sustituyen esos “focos rojos”, como la Ciudad de México, Puerto Vallarta, Los Cabos, Cancún, Riviera Maya, Huatulco e Ixtapa Zihuatanejo, que siguen con una fuerte dinámica turística.

“Es claro que debemos hacer un viraje hacia un turismo más responsable y que sea mucho más duradero, con menor afectación a otras formas de vida y al entorno del cual echamos mano, es como ‘estropear por anticipado nuestro futuro’, porque es el entorno que nos da la vida”. En el Instituto de Geografía, prosigue, se analizan las tendencias generales del sector, las cuales están determinadas por el turismo litoral, es decir, el de playas y complejos hoteleros, así como el de las grandes áreas metropolitanas, donde se registra el grueso de viajeros.

El turismo rural o de áreas naturales protegidas es una actividad de menor impacto ambiental; en tanto, el que se realiza de forma masiva en litorales y metrópolis, cuya característica particular es el consumo depredador de múltiples recursos, tiende a mayor afectación medioambiental por contaminación auditiva, visual y de residuos, con repercusiones también en comunidades vegetales y animales. La pandemia demostró que somos hiperdependientes del turismo, una actividad lábil (susceptible) porque depende de que la gente quiera venir al país.

Si las personas deben abstenerse de algo, lo primero debiera ser de una necesidad secundaria como el turismo. “No dejamos de comer, tomar agua, tener un techo o vestir, pues son necesidades imprescindibles, eso hizo ver que el turismo es endeble y que esta actividad de manera masiva es altamente depredadora del medio ambiente y explotadora, no solo de la fuerza laboral, también de zonas costeras, entre otras, y eso es lo que se está estudiando”.

México no debe dirigir sus políticas solo a multiplicar la entrada de visitantes para mantenerse en el tercer sitio por el número de extranjeros que recibe. Se requiere que esta actividad beneficie a las economías locales y que a la larga los efectos ambientales sean mínimos y el costo del restablecimiento de ese entorno sea menor de lo que ahora significa; debemos dirigirnos hacia políticas de turismo en áreas pequeñas, en comunidades sin una carga de depredación; es decir, una actividad turística sensible y responsable.

“También es necesario privilegiar a los grupos vulnerables de población humana, así como a las comunidades vegetales y animales del país, porque no solo los humanos ocupamos este entorno, lo que implica convivir más responsablemente con el entorno, ser mucho más críticos y no percibir como positivo el solo hecho de que está creciendo el turismo; por ahí no va el asunto”. Es indispensable también hacer una revisión de las consecuencias de la expansión inmobiliaria en los litorales, en particular en la Riviera Maya, donde se observa una barrera en las interrelaciones que las especies animales tienen con el océano y la selva.