IMPULSAN CULTIVO Y COMERCIALIZACIÓN DEL PEJELAGARTO

IMPULSAN CULTIVO Y COMERCIALIZACIÓN DEL PEJELAGARTO

22 octubre, 2019 0 Por Rene Davila
7 centros de reproducción de pejelagarto para la iniciativa privada y autoconsumo de población de escasos recursos.

La pesca de pejelagarto fluctúa entre 300 y 400 toneladas al año.

Optimizar su alimentación, desarrollar mejores formulaciones para potenciar el crecimiento, bienestar y sobrevivencia.

Fuente: Academia Mexicana de Ciencias

La pérdida de pantanos y humedales por actividades humanas han ocasionado un decrecimiento de la población del pejelagarto (Atractosteus tropicus) en la región del sureste mexicano. Ante esta situación, Investigadores de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco plantean una acuicultura sustentable, una alternativa para evitar que las poblaciones de este animal sigan diezmando en estado silvestre e incluso lograr su comercialización, que podría favorecer el desarrollo económico regional.

En Tabasco se estima que la pesca de pejelagarto fluctúa entre 300 y 400 toneladas al año, cifra que ha disminuido si se considera que en 1996 se extraían 531. Es por ello que el doctor Carlos Alfonso Álvarez González y su grupo de investigación en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), han estudiado a esta especie nativa desde hace más de quince años; han contribuido a establecer siete centros de reproducción de pejelagarto para la iniciativa privada y para autoconsumo de población de escasos recursos, así como la creación de alimentos y aditivos funcionales para su crianza. El especialista en fisiología digestiva y nutrición acuícola, indicó que trabaja con acuicultores de la región para que empiecen a introducir a estas especies nativas y diversifiquen sus actividades, con la ventaja de que “el kilo de pejelagarto es más caro que el de tilapia; y los costos de producción son más bajos porque este pez tiene la capacidad de respirar de forma aérea, así que no se tiene que gastar en energía eléctrica para aireación, mientras que en otros organismos acuáticos, sí”.

En el desarrollo de la acuacultura el alimento es uno de los aspectos más onerosos para los productores, representa hasta 60% de los gastos de producción, pero al optimizar el gasto en alimento se vuelve más rentable la actividad, motivo por el cual el investigador recibió financiamiento del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología con el proyecto “Estudio de la fisiología digestiva en larvas y juveniles de pejelagarto (Atractosteus tropicus) con base en técnicas histológicas, bioquímicas y moleculares”. Indicó que se encuentran en la primera de tres etapas que consiste en probar tres prebióticos: betaglucanos, fructooligosacáridos (FOS) y manano-oligosacáridos (MOS), y un probiótico, la levadura Debaryomyces hansenii, los cuales ya han sido probados en peces marinos y tilapia, pero no pejelagarto; el investigador observó que al añadir FOS y MOS a su dieta notaron una mejora en su sistema inmunológico, su adaptación morfofisiológica y que estos prebióticos promueven el crecimiento de larvas y juveniles.

“Nos interesa desarrollar mejores formulaciones para potenciar el crecimiento, bienestar y sobrevivencia del pejelagarto; su alimento es fabricado por una empresa de Guadalajara a la que le transferimos una formulación a base de subproductos del sector agropecuario (harinas de origen porcino, avícola y vegetales que fueron validados con estudios bioquímicos y que cumplen con los requerimientos de proteína y lípidos que necesita el  pejelagarto”.

Un modelo biomédico

El pejelagarto es considerado un fósil viviente pues se han encontrado registros fósiles de hace 100 millones de años de esta especie y, pese a su antigüedad, se mantiene casi sin modificaciones genéticas, razón por la que el investigador y colegas de Brasil y Argentina consideran que podría convertirse un modelo biomédico para entender rutas metabólicas que luego se apliquen en humanos.

“Así como el pez cebra es utilizado para entender rutas metabólicas y biomédicas que luego se aplican en humanos, nosotros creemos que el pejelagarto puede ser una especie modelo porque a lo largo de su historia no sufrió variaciones genómicas ocasionadas por procesos biogeográficos y climáticos; su genoma es limpio y estable. Cuando obtuvimos su transcriptoma lo empatamos con el de los humanos y encontramos muchas similitudes en genes que sólo hay en humanos y que no tienen otros peces teleósteos derivados u óseos”.

Esta idea la ve a más largo plazo pues primero el especialista en nutrición de organismos acuáticos busca potenciar la actividad acuícola y hacer que el pejelagarto se convierta en una especie de interés nacional e internacional que se puede comercializar fuera del país.