LA IMPORTANCIA DE LA PRIMERA INFANCIA

En México, más de 4 millones viven donde la muerte o separación de sus padres es cada vez más recurrente.

Las experiencias y estímulos influyen en las conexiones neuronales.

Los primeros años de vida de las niñas y niños marcan las bases de su desarrollo y de su futuro. De acuerdo con la UNESCO, la primera infancia es un periodo que va del nacimiento a los ocho años de edad, etapa más relevante para el crecimiento y el desarrollo de la personalidad de cualquier persona. Es en la primera infancia donde los menores están más expuestos a la influencia de entornos y contextos.

En México, más de 4 millones de niños viven en contextos donde la muerte o separación de sus padres y otros seres queridos es cada vez más recurrente. En cuanto a inversión en la primera infancia, México está por debajo de países como Honduras y Guatemala.

Según la UNICEF, en el proceso del desarrollo cerebral en la niñez, las experiencias y estímulos influyen en las conexiones neuronales, las cuales son las que establecen las bases para el futuro de los niños.

No prestar la debida atención a la niñez mexicana puede implicar graves consecuencias en el desarrollo de la sociedad, representándose en posibles escenarios como: violencia, deserción escolar, depresión, alcoholismo y drogadicción. Los niños requieren de atención y estimulación adecuada para que su cerebro se desarrolle correctamente. El prestar la atención debida a la primera infancia, no sólo es detonador del cambio de vida de niñas y niños, sino de círculos sociales, entornos, ciudades y países.

A lo largo de más de un año, se ha enfocado esfuerzos en esta problemática por medio del programa “Niños en Duelo”, el cual tiene como objetivo principal que las niñas y niños que han sufrido de pérdidas de familiares, puedan desarrollar resiliencia y herramientas para poder superar estos momentos de la mejor manera posible. A lo largo del programa se ha logrado impactar de manera positiva a más de 1,500 menores, a través de talleres donde se abordan las pérdidas a través de lectura de cuentos, sesiones de dibujo y de canto, con el objetivo de encauzar las emociones de los menores y así fomentar la resiliencia.

Desde la experiencia, la relevancia de este tipo de programas en la niñez radica en que de no atenderse, pueden afectar el desarrollo de las personas, reflejándose en la sociedad en el mediano y largo plazo, destacó Mónica Contreras, Directora de Mercadotecnia de Seguros Monterrey New York Life.