LA VIOLENCIA NO ES ANORMAL, ES CONSUSTANCIAL AL MODELO DE ACUMULACIÓN

LA VIOLENCIA NO ES ANORMAL, ES CONSUSTANCIAL AL MODELO DE ACUMULACIÓN

29 mayo, 2019 0 Por Rene Davila
Existe un techo de cristal, que no se ve pero que existe.

“No desarrollan, nada más deprendan alrededor”.

‘Violencias, Resistencias y Espiritualidades’.

Fuente: Ibero

Primera de dos partes

La violencia ya no es algo anormal, anómalo o extraordinario, sino que es consustancial al modelo de acumulación; y por eso hay, por ejemplo, violencias extractivas, explotación en el trabajo y emigración por las asimetrías económicas de los países, señaló David Fernández Dávalos, S. J., Rector de la Universidad Iberoamericana (Ibero) Ciudad de México. Se quiera o no, haya la intención o no, existe “una guerra de los grandes capitales en contra de los pueblos, una guerra de los grandes poderosos en contra de los sectores explotados, oprimidos y marginados; porque eso permite o da la posibilidad de la acumulación”.

Y es que, frente a la posibilidad de su agotamiento, el modelo neoliberal o de capitalismo sin controles, ya no tiene posibilidades futuras si no es reproduciendo las violencias, dijo durante la ‘Cosecha del día’, un recuento de las mesas de trabajo de la primera jornada del ‘Congreso Internacional. Violencias, resistencias y espiritualidades’.

En las cuatro mesas que precedieron a su participación, recordó (y en algunos casos amplió lo que se reflexionó), se habló de distintas violencias. En la primera, ‘Economía extractivista y violencias’, se trató el tema de las violencias por el territorio; que tiene que ver con la fase más voraz del capitalismo neoliberal, la de los megaproyectos extractivistas. A esta violencia de despojo de las tierras y de los bienes naturales, que viene acompañada de salarios bajos y de condiciones precarias de trabajo, los economistas y sociólogos la llaman economías de enclave; aquellas que en el discurso se venden como proyectos que van a desarrollar las regiones, pero que nunca ocurre así, porque se sitúan en un territorio y transfieren las ganancias a las metrópolis, “y no desarrollan, nada más deprendan alrededor”. “Las concesiones que se han hecho a las mineras, y los mapas, se sobreponen, es decir, hay una relación directa entre la seguridad que necesitan para producir estos megaproyectos extractivistas y la violencia en general, por la acción de quienes protegen estos enclaves”.

Patriarcado

En la segunda mesa se abordó el ‘Estado patriarcal y violencia sistémica’, en la que se dijo que no es necesario que haya la intención de provocar violencia, que provoca el mismo funcionamiento del sistema, al agredir a las mujeres de manera particular, pero también a otras personas que no responden a las cualificaciones binarias o tradicionales en su adscripción de género. En México, comparadas con los hombres, las mujeres reciben un salario 14% menor por realizar el mismo trabajo; que el trabajo doméstico, no remunerado y de doble jornada, no es corresponsabilidad de los varones; que existe un techo de cristal, que no se ve pero que existe, y que se refiere a que las mujeres no pueden ascender a puestos altos de dirección.

Existe un autodenominado Frente Nacional por la Familia, que lucha para que no se enseñe a los niños cuestiones de género, ni se liberen los derechos sexuales y reproductivos de las personas. “Tan importante es, que financian y salen a la calle para mantener los roles de género”.

Cuerpos y territorios

‘Violencia diaspórica: cuerpos y territorios’, fue el tema de la tercera mesa. Es la expulsión de las personas y el inicio de un proceso migratorio por la conculcación de los derechos fundamentales, por el hambre y por la violencia. En realidad no es un desprecio a los migrantes; porque si fueran blancos y ricos no nos hacen problema. En realidad, es un desprecio a los pobres y morenos; y por eso algunos hablan de la aporofobia, que es uno de los términos del año según la Academia de la Lengua”. La aporofobia no es un miedo; es una agresión y una desconfianza a los pobres, a los pobres migrantes.