MANEJO ADECUADO Y APROVECHAMIENTO DEL SARGAZO

MANEJO ADECUADO Y APROVECHAMIENTO DEL SARGAZO

14 junio, 2022 0 Por Rene Davila

Foto: Cinvestav. Desarrollar una estrategia que evite el impacto económico y ambiental.

Fuente: Cinvestav

De acuerdo con lo reportado por la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente de Quintana Roo, en lo que va del 2022, las playas del Caribe mexicano presentan una cantidad de 18 mil 905 toneladas de algas del género Sargassum, lo que ha ocasionado diversas afectaciones ambientales y socioeconómicas.

Erika Vázquez Delfín, investigadora posdoctoral, Yolanda Freile Pelegrín y Daniel Robledo Ramírez, investigadores del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) Unidad Mérida, participaron en un proyecto que caracterizó, en función de espacio y tiempo, los arribazones masivos de “sargazo” en el Caribe mexicano durante 2018 y 2019, a través de la identificación de las especies presentes, la evaluación de su abundancia y la determinación de su composición bioquímica, con el fin de aprovechar este recurso.

La presencia de especies del género Sargassum, tienen compuestos que pueden generar efectos adversos en el ambiente, una vez que se depositan en las playas o sitios sin control y se descomponen, pero al mismo tiempo cuentan con potencial para ser utilizados en las industrias farmacéutica, alimenticia, cosmética y biotecnológica.

El proyecto “Valorización de la biomasa de arribazón del género Sargassum para su uso y aprovechamiento”, recolectadas en seis localidades (desde Tulum hasta Cancún) de la costa norte de Quintana Roo, se identificaron los compuestos en cada especie. Además, se hizo una evaluación del contenido de metales pesados, ya que las algas pueden absorberlos y liberarlos cuando se depositan y descomponen en la playa, provocando daños al subsuelo. De los resultados preliminares, estuvieron conformados principalmente por macroalgas flotantes del género Sargassum (llamadas pelágicas) y algunas otras especies de macroalgas y pastos marinos que crecen adheridas al sustrato (también conocidas como bentónicas).

“La proporción de las especies pelágicas más abundantes (Sargassum fluitans, Sargassum natans I y Sargassum natans VIII) en los arribazones varió en función de la localidad y de la época del año, alcanzando en primavera-verano del 78.1 al 99.6% de la biomasa total; mientras que las bentónicas se encontraron en menor proporción la mayor parte del año, excepto en invierno, cuando pueden representar hasta el 100% de la biomasa que arriba a las costas de la región”, explicó Erika Vázquez.

Es necesario considerar la presencia de metales pesados, que pueden causar daños a los ecosistemas costeros y a la salud humana, tales como el arsénico, que se encontró en alta concentración en el tejido de Sargassum, con valores por arriba de lo recomendado para el consumo animal o humano.

A siete años del primer arribazón en el Caribe mexicano en 2014-2015, el principal reto es el desarrollo de una estrategia óptima y costeable, para recolectar las grandes cantidades de sargazo antes de su llegada a las costas del país y evitar con ello su descomposición, la erosión de playas, los daños a los ecosistemas locales y las afectaciones al sector turístico.