MEXICANOS CONSUMEN 60% MENOS DE LA CANTIDAD DE FIBRA RECOMENDADA
12 mayo, 2019
Simposio Evolución de la fibra: más allá de la regularidad.
La ingesta diaria de fibra ayuda a prevenir y controlar enfermedades cardiovasculares, diabetes y cáncer.
Expertos de salud y nutrición, coincidieron en que la fibra es primordial en la alimentación del ser humano, ya que su consumo diario aporta los requerimientos necesarios para que el intestino grueso (colon) trabaje adecuadamente, pero además, porque impacta directamente en la prevención y tratamiento de padecimientos crónico degenerativos como diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer de colon. Desafortunadamente, y a pesar de sus beneficios, la población en México consume cada vez menos fibra de la que el organismo necesita, expusieron el pasado miércoles 8, durante la celebración del Simposio Evolución de la fibra: más allá de la regularidad, organizado por la Asociación Mexicana de Gastroenterología y el Instituto de Nutrición y Salud Kellogg’s®.
La fibra es un elemento básico que encontramos principalmente en cereales, verduras, frutas y leguminosas, cuya dosis recomendada para cualquier persona adulta es de 30 gramos al día, sin embargo, vemos que la población consume en promedio 12 gramos, señaló Ana Bertha Pérez Lizaur, nutrióloga y Directora de Posgrado de la Universidad Iberoamericana.
En el evento, realizado en la Ciudad de México, se dieron a conocer resultados de investigaciones de la relación entre la microbiota y la salud integral de las personas. La doctora Sofía Morán, investigadora del Instituto Nacional de Medicina Genómica, destacó que en México se estudia la caracterización de la microbiota intestinal en población infantil, para saber cómo algunos factores ambientales impactan en la fisiología y salud de los menores. “La microbiota son los microorganismos que hay en el tracto intestinal, particularmente en el colon. Nos interesa estudiar a México porque somos un país con una alimentación muy diversa, y vimos que el nivel socioeconómico influye directamente en el tipo de microbiota. Por ejemplo, quienes viven en zonas rurales parecen beneficiarse más de ciertos componentes dietarios como las leguminosas, a diferencia de alguien que está en una zona más urbanizada, ya que su microbiota no es tan flexible”.
La doctora Hannah Holscher, de la Universidad de Illinois, dijo que los beneficios dependen del tipo de fibra que se consuma. La fibra soluble ayuda a disminuir los niveles de colesterol y glucosa; también se ha demostrado que hay mayor absorción de los minerales para contribuir a una mejor fijación de los huesos en niños y adolescentes; en el caso de individuos con sobrepeso y obesidad, el consumo adecuado de fibra sirve para disminuir la inflamación.
El investigador de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) y Presidente de Cindetec A.C., Jorge Luis Rosado, dijo que una dieta alta en fibra, es una forma sana y rica de comer, recomendó basar la dieta en alimentos de origen vegetal, sobre los productos de origen animal. Cuando la masa fecal es menor en cantidad, hay mayor contacto de las sustancias cancerígenas con las células del colon, lo cual puede aumentar las probabilidades de tener cáncer de colon, mientras que en dietas altas en fibra ocurre lo contrario, por eso hay que consumir más verduras, leguminosas y cereales enteros.
La doctora Pilar Milke García, investigadora del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, explicó que la fibra dietética insoluble es aquella que, al no ser digerida, ayuda a la función intestinal y con ello se evita el estreñimiento, que es una de las funciones clásicas que más se conocen de la fibra.
