MÉXICO SEDE DEL SEGUNDO CONGRESO MUNDIAL DE PREVENCIÓN DE ADICCIONES EN NIÑOS Y ADOLESCENTES
23 septiembre, 2018
Inicio de sustancias prohibidas entre los 11 y 12 años en promedio.
Expertos de más de 30 países intercambiarán experiencias del 24 al 26 de septiembre en la ciudad de Tijuana.
Fuente: SS
Con el fin de intercambiar experiencias sobre políticas públicas eficientes en la prevención de las adicciones en la población infantil, el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz (INPRF), realizará del 24 al 26 de septiembre el Segundo Congreso Mundial de Prevención de Adicciones en Niños y Adolescentes, en la ciudad de Tijuana, Baja California.
Así lo anunció ayer la directora general del INPRF, María Elena Medina Mora, quien detalló que se contará con la participación de expertos, funcionarios, académicos y representantes de organizaciones de la sociedad civil de más de 30 naciones. Destacó que estudios realizados en México, señalan que los jóvenes que tienen algún problema de adicción, iniciaron el consumo de sustancias prohibidas entre los 11 y los 12 años en promedio. Por ello, la importancia de instrumentar políticas públicas y programas para que los niños se desarrollen de una manera sana, y obtengan las herramientas necesarias para enfrentar los problemas, sin recurrir a las drogas como una salida.
El presidente de la Fundación Nacional Ámbar, Pedro Ramírez Campuzano, quien colaboró en la organización del Congreso, informó que durante estos tres días se abordarán intervenciones exitosas en prevención de adicciones, avances en el estudio de los efectos de la marihuana y aspectos a considerar en políticas públicas, así como las experiencias y consecuencias en países donde está regulado su consumo. 
Presentarán los resultados del Modelo Ámbar Centro Interactivo para Prevenir las Adicciones, el cual se puso en marcha desde hace dos años en Tijuana y Ciudad de México.
El modelo Ámbar se basa en que niños y adolescentes, padres y maestros, conozcan de forma creativa y novedosa, diversas alternativas en las que pueden mantener su cuerpo y cerebro sanos, así como estrategias para evitar involucrarse en situaciones de riesgo, tales como la regulación de emociones, rechazo a la presión de pares y la toma de decisiones. A través del método se dota a los niños y jóvenes de habilidades que evitan que se involucren en situaciones de riesgo.
