PAN DE MUERTO Y VINO

Un brindis por los que ya no están.

Una gran tradición mexicana: Día de Muertos, honra a los queridos difuntos que por unas horas regresan al mundo de los vivos, para reunirse una vez más con sus familias.

Esta ancestral celebración de altares y ofrendas, con elementos fundamentales como el pan de muerto, es una de las fechas más esperadas en México, la cual se remonta a la época prehispánica, donde se preparaba un pan de amaranto, maíz seco y tostado llamado ‘’mariposa’’ o ‘’papalotlaxcalli’’, que se presentaba a los dioses como una ofrenda.

Maridaje de vino con el tradicional pan de Muerto:

Si eliges un vino blanco, una gran opción es Reservado de Concha y Toro Sauvignon Blanc, el cual destaca por sus aromas tropicales y su rica acidez, causando un maridaje de contraste con el dulzor del Pan de Muerto.

Un vino fresco que va muy bien con este maridaje es Casillero del Diablo Reserva Rosé, que destaca por sus notas de moras causando una armonía aromática por medio del azahar del pan y lo frutal del vino.

Casillero del Diablo Devil´s Sparkling es un increíble vino espumoso que gracias a su versatilidad, burbujas y balanceada acidez resaltará los sabores del pan dejando en boca un agradable sabor semidulce.

Para un maridaje equilibrado en boca por su ligero dulzor con el Pan de Muerto, Diablo Dark Red destaca por su deslumbrante color rojo oscuro e intenso, el cual seduce gracias a su delicioso toque de fruta negra en combinación de unas notas de moka y vainilla cremosa.

Por sus características aromáticas, un vino añejado en barricas de bourbon como lo es 1000 Stories, brindará una mayor profundidad a este delicioso pan.