SÍNDROME INFLAMATORIO EN NIÑOS PODRÍA RELACIONARSE CON COVID-19

SÍNDROME INFLAMATORIO EN NIÑOS PODRÍA RELACIONARSE CON COVID-19

30 mayo, 2020 0 Por Rene Davila

Ante síntomas como fiebre persistente, inflamación, enrojecimiento de boca y garganta, alguna erupción en la piel, buscar atención médica.

Fuente: UNAM 

Aunque la COVID-19 afecta con poca frecuencia a los niños, con apenas alrededor del 2% de los casos positivos a nivel mundial, y en su mayoría asintomáticos, es necesario estar al pendiente de ellos, pues la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró alerta para vigilar el Síndrome Inflamatorio Multisistémico, que daña a esta población y pudiera relacionarse con el SARS-CoV-2, advirtió Ana Carolina Sepúlveda Vildósola, de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM. Este síndrome afecta principalmente a niños y jóvenes de entre ocho y 15 años de edad, y puede presentarse durante la fase aguda de la COVID-19 –del segundo al cuarto día– o hasta dos o cuatro semanas, después de haber dado positivo para ese coronavirus.

Si el niño tiene fiebre persistente, inflamación, enrojecimiento de boca y garganta, alguna erupción en la piel, lo más conveniente es buscar atención médica oportuna para vigilar su evolución. Además, puede presentar dolor abdominal, vómito y diarrea, fiebre alta por más de cuatro días, fatiga y dolor de cabeza o cefalea; también, linfadenopatía y dolor e inflamación de las extremidades.

Otros síntomas son conjuntivitis y exantemas, dolores musculares y de garganta, miocarditis, inflamación de las arterias coronarias y de los vasos sanguíneos, arritmias y aneurismas coronarios. “Puede causar daño renal o síndrome de fuga capilar, presentando derrame; algunos pacientes pueden evolucionar a choque inflamatorio”. En algunos casos, los pacientes pediátricos cursan la COVID-19 asintomáticos y hasta que presentan este síndrome y les hacen la prueba para coronavirus, se sabe que son positivos. “Aproximadamente 80% de los pacientes con Síndrome Inflamatorio Multisistémico ha sido positivo a SARS-CoV-2”.

Sin embargo, no hay que entrar en pánico; éste es un recordatorio de que la COVID-19 afecta también a la población joven, y debemos estar al tanto de su sintomatología para hacer un diagnóstico temprano y dar tratamiento oportuno. 

Similitudes y diferencias con el Síndrome de Kawasaki

En Europa se han reportado 230 casos del Síndrome Inflamatorio Multisistémico, y en EU, alrededor de 110. Este padecimiento tiene similitudes y diferencias con el Síndrome de Kawasaki, que es una vasculitis aguda, que altera los vasos de mediano calibre y se presenta casi exclusivamente en niños menores de cinco años. No se conoce su causa, pero se asocia con infecciones virales y bacterianas. Tiene tres fases: la aguda –que dura aproximadamente 10 días y es sintomática–, la subaguda –de 11 a 21 días– y la de convalecencia –que puede durar hasta 60 días Es una enfermedad poco frecuente y su prevalencia es distinta en los diferentes grupos étnicos; por ejemplo: de uno en seis mil en Francia; uno en 12 mil en Reino Unido, y uno en mil entre la población japonesa.

En México no se conoce la incidencia de este padecimiento, pero se ha detectado que es ligeramente más frecuente en varones, y en los meses de diciembre a marzo.

Para diagnosticar el Síndrome de Kawasaki, los pacientes deben presentar al menos cuatro de los siguientes criterios: eritema polimorfo –lesiones en la piel o en la boca–, linfadenopatía cervical, inyección conjuntival, cambios en la mucosa y en las extremidades, además de fiebre persistente.

También puede haber queilitis (inflamación de los labios), glositis (inflamación de la lengua), faringitis, además de manos y pies eritematosos y rojos, descamación en la fase subaguda y complicación con aneurismas de la arteria coronaria.

Una de las diferencias entre el Síndrome Inflamatorio Multisistémico y el de Kawasaki, es que en la mayoría de los casos del primero los niños presentan tres o menos de los criterios referidos para diagnosticar el segundo. El tratamiento para los pacientes de ambos es similar: inmunoglobulina y dosis altas de aspirinas, además de que se prueban diferentes biológicos.