TOLERANCIA: FÁCIL DE APLAUDIR, DIFÍCIL DE PRÁCTICAR

TOLERANCIA: FÁCIL DE APLAUDIR, DIFÍCIL DE PRÁCTICAR

12 noviembre, 2021 0 Por Rene Davila

Foto: UNAM. Es un derecho humano que va más allá del respeto.

Fuente: UNAM

En nuestra sociedad no se práctica la tolerancia; aunque en los últimos años hemos mejorado, continúa siendo un camino lleno de muchos tropezones, y tiene que ver con el hecho de que numerosas personas la traducen como “aguante” en lugar de considerarla una comprensión, afirma la académica de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, Cynthia Azucena Acosta Ugalde.

Para la Organización de las Naciones Unidas, la injusticia, la violencia, la discriminación y la marginación, son formas comunes de intolerancia. La educación es un elemento clave para luchar contra estas formas de exclusión, y ayudar a los jóvenes a desarrollar una actitud independiente y un comportamiento ético. La diversidad de religiones, culturas, lenguas y etnias no deben ser motivo de conflicto, sino una riqueza valorada por todos.

“En la medida en que ubiquemos que tengo frente a mí a un ser humano igual que yo, vamos a lograr comprender y ser tolerantes”. Con motivo del Día Internacional para la Tolerancia, que se conmemora el 16 de noviembre, es importante señalar que ese valor o cualidad es un derecho humano y va más allá del respeto; se trata de entender que somos diferentes. Siempre se ha dicho que la tolerancia es fácil de aplaudir, difícil de practicar y de explicar. Por lo general la sociedad asocia esta palabra con un aspecto moral.

“Si bien es cierto que evidentemente se trata de ello, también es real que es una cuestión política y legal; abarca todos los ámbitos de nuestra vida, de un respeto a los pensamientos, ideas, a la forma de ver la vida de otras y otros; entonces partimos de un respeto”.

En la medida en que aceptemos que se trata de seres humanos con garantías al igual que nosotros, podremos lograrla. Pero también es necesario resaltar que se vuelve una moda entre las nuevas generaciones, quienes consideran: “si no somos tolerantes, no somos ‘progre’, es que el ruco está atrasado; también debemos aprender a ser tolerantes con los jóvenes, que fueron educados de una manera diferente a la nuestra, porque estamos en un proceso de reeducación”.

Destaca la necesidad de romper las barreras culturales generacionales, los jóvenes lo ven todo diferente, algo que a los adultos de más de 50 años les cuesta trabajo.

La educación es la base para luchar contra la intolerancia hacia los otros, a sus creencias, cultura y opiniones; para ello es necesario trabajar con las generaciones desde la infancia, y dejar de discriminar, así como comprensión mutua entre individuos, porque al final esa actitud negativa lo único que indica es que no consideramos al otro como igual.

La Universidad Nacional es una institución donde se práctica la inclusión y la tolerancia, es diversa; aunque ese punto a favor también genera cierta polarización, incluso de una licenciatura a otra, porque se trata de estudiantes con perfiles totalmente diferentes. “Más allá de una preferencia política, sexual, religiosa, etcétera, siempre hay una tendencia hacia el orgullo universitario, eso siempre nos saca a flote a los universitarios”.

En 1995 la ONU estableció el Día Internacional para la Tolerancia e invitó a los países miembros a celebrarlo con actividades dirigidas a los centros de enseñanza y al público en general. Y aunque a 16 años de su conmemoración es poco tiempo para hacer cambiar a la humanidad, sugirió que derecho humano debería ponerse en práctica todos los días.

Es preocupante que se conozca poco sobre la fecha, la ONU solicitó a las naciones del mundo darle mayor difusión, “algo que hace falta en el país en todos los ámbitos. Quizá para ello habría que poner en práctica un ejercicio mayor de divulgación como el que se realiza el 25N (Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer); en esa medida la población irá asumiendo esa información”.