TRABAJADORES DE LIMPIA, FUNDAMENTALES PARA EL MANEJO INTEGRAL DE RESIDUOS

TRABAJADORES DE LIMPIA, FUNDAMENTALES PARA EL MANEJO INTEGRAL DE RESIDUOS

7 agosto, 2023 0 Por Rene Davila

Foto: UNAM. Cada día generamos una cantidad superior de la producida por nuestros padres y abuelos.

Fuente: UNAM

De acuerdo con la Secretaría de Obras y Servicios del Gobierno de la Ciudad de México, en 2022 para brindar mantenimiento a la red vial primaria se contó con dos mil 396 barrenderas y barrenderos, divididos en tres turnos (matutino, vespertino y nocturno) y 172 cuadrillas que, todos los días y de manera ininterrumpida, atienden 169 vialidades; o sea, aproximadamente 3 mil 167 kilómetros de vías primarias donde recolectan 548 toneladas de residuos; utilizan 190 vehículos y 26 barredoras de succión.

Para los perímetros A y B del Centro Histórico, hubo 30 cuadrillas conformadas por mil 200 barrenderas y barrenderos quienes trabajan en tres turnos. Diariamente se hacen cargo, en promedio, de nueve kilómetros cuadrados de superficie y juntan mil 57 toneladas de desechos.

En las ciudades mexicanas el oficio representa uno de los primeros eslabones para el manejo integral de residuos, afirmó ayer en entrevista Nancy Merary Jiménez Martínez, experta del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM, con sede en Cuernavaca, Morelos.

Se trata de los objetos que desechamos porque consideramos que perdieron su utilidad o no satisfacen nuestras necesidades. Con base en la legislación nacional, hay tres tipos de residuos: sólidos urbanos, los cuales provienen de nuestras casas, oficinas, espacios públicos; de manejo especial o de gran volumen, como aparatos eléctricos y electrónicos; y los peligrosos (corrosivos, reactivos, explosivos, tóxicos, inflamables o biológico-infecciosos). En sus investigaciones de residuos sólidos urbanos ha encontrado más cada día, lo que significa una cantidad mayor de la que produjeron nuestros padres y abuelos.

Con motivo del Día del Barrendero en México, que se conmemora el 8 de agosto, destaca: en nuestro país, en la mayoría de los casos, se carece de una gestión integral. Lo que ocurre casi siempre es que los materiales son recolectados en los hogares u otras fuentes y llevados a basureros a cielo abierto, que no cumplen con la normatividad y tampoco protegen la salud humana o al medio ambiente.

Aunque hay pocos estudios de generación y caracterización de los residuos, algunas estimaciones sugieren que cada mexicano produce cerca de un kilogramo al día, es decir, más de 120 mil toneladas, únicamente de sólidos urbanos; en mayor medida la Ciudad de México, Jalisco y el Estado de México.

Debido a la pandemia aumentó la cantidad. Para el caso de nuestro país se calcula un incremento de 20 por ciento. En “Manejo de residuos de equipos de protección personal derivados de la pandemia de COVID-19 en la Ciudad de México”, Encuentro de Expertos en Residuos Sólidos. Residuos sólidos en el México actual. Vol. 14. Núm. 1, 97-107 (2021), los autores Torralva y Velasco encontraron que el incremento fue de 10 a 30 por ciento y además su composición cambió.

Servicio esencial

El oficio de barrendero es antiguo. Quienes realizan este trabajo recolectan los desperdicios -algunos de origen natural como hojas o ramas de los árboles- que se acumulan en calles, parques, jardines y otros espacios públicos. Sin embargo, la mayoría corresponde a productos de la ciudadanía, por ejemplo, plásticos de un solo uso como botellas de refresco y agua, o envases de comida.

En México contamos con aproximadamente 4.3 barrenderos por cada 10 mil habitantes; aunque llevan a cabo su labor en condiciones precarias, y en ocasiones sin contar con el equipo necesario, cumplen con el trabajo promedio de eficiencia del sector establecido para nuestra región por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe. Por día, en promedio, barren 1.69 kilómetros; en la Ciudad de México perciben un sueldo neto mensual que va de los dos mil 300 pesos a los ocho mil 900, dependiendo de la alcaldía.

Su número es insuficiente para atender las necesidades urbanas. Además, una cantidad considerable son trabajadores informales, es decir, no están contratados, tampoco figuran en las nóminas, de tal manera que sus ingresos provienen de las propinas que reciben o de la venta de los residuos reciclables.