TRATA DE PERSONAS

TRATA DE PERSONAS

28 julio, 2023 0 Por Rene Davila

Foto: UNAM. Suma de múltiples violaciones a derechos humanos

Fuente: UNAM

La crisis en el sistema judicial, la falta de denuncias y la tolerancia a las violencias, son algunos de los factores que han generado que el delito de trata de personas crezca en el siglo XXI, el cual se pensó sería el de los derechos humanos, afirma el titular de la Cátedra Extraordinaria “Trata de Personas”, de la UNAM, Mario Luis Fuentes Alcalá, quien explica que no hay estadísticas consistentes sobre este tipo de violencia extrema y transgresión global, pues tampoco hay denuncias ni identificación de víctimas.

Con motivo del Día Mundial contra la Trata de Personas -que se conmemora el 30 de julio- la Organización de las Naciones Unidas (ONU) también alerta: en el mundo, especialmente en los países en desarrollo, las medidas contra este fenómeno parecen deteriorarse, pues las tasas de detección cayeron 11 por ciento en 2020 y las condenas 27 por ciento, lo que ilustra una ralentización global de la respuesta de la justicia penal.

Además, con la pandemia por la COVID-19 también se ha vuelto aún más clandestino, aumentando potencialmente los riesgos para las víctimas, lo que hace menos probable que las autoridades conozcan de estos casos graves de violaciones a las garantías fundamentales.

No hay estadística porque se carece de denuncias y tampoco hay identificación de víctimas. “Los datos que tenemos de personas sentenciadas por trata son menores, porque el sistema judicial castiga por el delito demostrable no el realizado. Hay muchas sentencias que, probablemente, hayan sido trata, pero son por otros delitos”.

La ONU reporta que 41 por ciento de las víctimas que consiguen escapar de esta experiencia acuden a las autoridades por iniciativa propia, otra clara señal de que las medidas de lucha se quedan cortas.

Al iniciar el siglo XXI surgió con fuerza la conciencia internacional sobre este flagelo, que es una violación integral a las garantías inalienables y cuyo antecedente sería la esclavitud.Frente a esta transgresión que impulsa el crimen organizado, aunado al tráfico de armas y de drogas, y que es una suma de múltiples violencias, surgió un movimiento mundial para implementar una estrategia global para su combate.

Acto impune

La trata es despojar a un ser humano de todos sus derechos y convertirlo en “algo” que consume otro ser humano. Se puede asegurar que una víctima lo ha sido también de múltiples violencias: psicológica, económica, social, incluso sexual. Es, uno de los ilícitos más rentables e impunes, “y no solo se manifiesta en la explotación sexual, sino también en la mendicidad y el trabajo forzados, incluso en el matrimonio forzado”. Algo que no logra ser percibido como uno de los grandes delitos del siglo XXI es la explotación laboral: niñas y niños en mendicidad forzada, en los campos de cultivo, así como enlistarlos para vincularlos a actividades del crimen organizado.

“Hay testimonios sobre organizaciones criminales que van a localidades y toman jóvenes de 13, 14 años y los reclutan. Eso no excluye la otra dimensión que es muy compleja. Hay relatos de familias que venden a la hija o hijo o los dan en matrimonio forzado”. Antes se consideraba que ese flagelo iniciaba con el secuestro o sometimiento. Ahora también se ha documentado que, en no pocas ocasiones, el proceso de “enganche” es con base en el enamoramiento.

Mirada criminal

Hoy en día impera la práctica de mostrar, en redes sociales, lo que se hace, dónde y cómo se realiza, y los usuarios asumen que quienes los observan son “amigos” o seguidores. Sin embargo, se debe considerar que quizá también haya quienes miren con una intención de abuso, criminal. Estas acciones, revelan que hay una reconstrucción de las relaciones sociales, pero también implican la ampliación de riesgos sociales y vulnerabilidades.

Le llamamos amigo a alguien que nos da follow, y hay una gran cantidad de retweets de seguimiento, como si eso significara un capital social, lo que nos habla de una transformación social enormemente compleja. La vulnerabilidad tiene que ver con la estructura social de afectos y de relaciones que los individuos tienen, que generan confianza, reciprocidad, y hay mucha gente que no tiene esas estructuras sociales de acompañamiento que los proteja.