ACTIVIDAD HUMANA CONVIERTE AL MUNDO EN GRAN BASURERO

ACTIVIDAD HUMANA CONVIERTE AL MUNDO EN GRAN BASURERO

16 mayo, 2023 0 Por Rene Davila

Foto: UNAM. La naturaleza no genera contaminación ni basura, somos nosotros.

Fuente: UNAM

Según ONU-Hábitat, en noviembre de 2022 la población mundial alcanzó ocho mil millones de personas, cada una contribuye a la generación de toneladas de residuos sólidos urbanos (orgánicos, inorgánicos, desechos peligrosos y basura tecnológica), como resultado de múltiples factores, entre ellos crecimiento urbano, desarrollo industrial, modificaciones tecnológicas y el cambio en los patrones de consumo.

El especialista de la Unidad de Investigación en Ecología Vegetal de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza de la UNAM, Arcadio Monroy Ata, agrega: Por nuestro estilo de vida, los seres humanos “estamos convirtiendo al mundo en un gran basurero de residuos sólidos, de aguas residuales y de contaminantes atmosféricos; cada vez somos más y más habitantes en el planeta”. Según la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, en la actualidad se producen en México -cada día- 120 mil toneladas de residuos sólidos urbanos.

“Somos 130 millones de mexicanos, ello implica que cada uno de nosotros, incluso un bebito, generamos en promedio casi un kilogramo de residuos sólidos, 45% de estos son orgánicos, es decir, desechos de comida (cáscaras de plátano y de naranja, por ejemplo) y 55%, son sólidos como plásticos blandos y duros (que sería el PET), metales –aluminio, por ejemplo–, vidrio, cartón, papel, etcétera”.

Dicha institución del gobierno federal señala que a nivel nacional solo se recicla siete por ciento de las 120 mil toneladas de desechos que a diario se generan; es decir, solo “8 mil 400 toneladas, el resto es recaudado por los camiones colectores, ahí se hace algo de pepena y quienes se encargan de esa tarea, venden los residuos separados a los centros de acopio y, lo que ya no es reciclable, es conducido al relleno sanitario”.

Sin embargo, estos sitios conocidos también como tiraderos no cumplen la normatividad, porque están a cielo abierto y representan focos de fauna nociva, además pueden generar lixiviados (líquidos contaminantes) y contaminar el suelo y aguas superficiales y subterráneas.

En ocasión del Día Mundial del Reciclaje, que se conmemora el 17 de mayo, resalta: México es el país que más bebidas embotelladas (refresco y agua) consume en el mundo, por lo que también encabezamos las listas en la producción, acopio y reciclaje de PET (tereftalato de polietileno), el material más utilizado para fabricar botellas de plástico.

Según información del sitio web de The Food Tech, compañía que vincula a la industria de tecnologías para alimentos y bebidas de Latinoamérica, “México exporta alrededor de 100 mil toneladas de envases de plástico, principalmente a China y Taiwán, lo que representa recursos hasta por 400 millones de dólares. De acuerdo con la Asociación Nacional de Industriales del Plástico, mientras que en México sólo se recicla 15% de los envases de PET, ambos países asiáticos aprovechan el material para fabricar productos como prendas de vestir”.

Menciona la importancia de establecer programas de reciclaje inteligentes, compatibles con el planeta. “La naturaleza no genera contaminación ni basura, somos nosotros, por nuestra forma de vida y por los mismos asentamientos humanos que se han convertido en focos de contaminación.

Debemos modificar esta situación si no queremos ir reduciendo nuestra esperanza de vida; de hecho, el Premio Nobel de Química, Mario Molina, señaló que, en la Ciudad de México, debido a la contaminación atmosférica, los habitantes reducimos nuestra esperanza de vida hasta en cinco años”.

Entonces, es necesario modificar nuestro actuar mediante pequeñas acciones ecológicas para mejorar el entorno, ya que el medio ambiente es responsabilidad de todos, pero también de empresas y gobiernos; debemos participar en el reciclaje “porque todos generamos casi un kilo de basura al día en promedio”.

Propuestas

Cuatro acciones contribuirían a tomar conciencia de la importancia del reciclaje: separar los residuos sólidos desde su origen, si lo hacemos de esa manera ninguno sería basura, esa es la clave para que puedan entrar a cadenas de reciclamiento. En segundo lugar, valorar el reciclaje mediante algún estímulo económico, “incluso el valor podría ser solo emocional; es decir, me siento mejor si ya no soy un foco contaminador o generador de basura, soy capaz de promover un medio ambiente más limpio o de cero basura eso sería en beneficio de todos”.

En tercer término, difundir ampliamente que la basura no es basura, siempre y cuando no se mezclen residuos orgánicos e inorgánicos, de lo contrario se contaminan y dificulta su correcta separación.

También la regla de las tres erres -reducir, reusar y reciclar- como una propuesta sobre hábitos de consumo: reducir o evitar el empleo de aquellos productos de un solo uso que generan problemas como los popotes de plástico; no emplear artículos desechables, por ejemplo, si vamos a comprar algo llevar nuestra propia bolsa de tela o lona; utilizar las hojas de papel bond por ambas caras.

A partir de 2005 se realiza esta conmemoración, a propuesta de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.