ATENCIÓN PSICOLÓGICA A MIGRANTES EN CONSULADOS DE EU

ATENCIÓN PSICOLÓGICA A MIGRANTES EN CONSULADOS DE EU

15 mayo, 2023 0 Por Rene Davila

Foto: Ibero. Colaboración con las Ventanillas de Salud de los consulados de Nueva York y San Francisco.

Fuente: Ibero

Cada semestre, estudiantes de licenciatura del Departamento de Psicología de la Universidad Iberoamericana (Ibero) CDMX, a través de prácticas y servicio social, brindan atención a migrantes en dos consulados mexicanos en EU, Nueva York y San Francisco, en colaboración con el programa Ventanillas de Salud del gobierno de México. Este año entrarán en vigor convenios con la Universidad de San Francisco, para que también estudiantes de posgrado puedan ir a dar atención psicológica.

Al consulado de Nueva York, por ejemplo, acuden entre cinco y diez alumnos y alumnas por semestre, y dan atención durante todo el periodo, explica en entrevista la coordinadora del programa en esa zona, Alma Polo Vázquez, académica de la universidad. De hecho, fue en Nueva York donde nació esta colaboración en 2006, luego de una investigación solicitada a la universidad sobre los factores psicológicos de la migración. “¿Cómo nos podíamos quedar con esta información y no hacer algo en respuesta de parte de la universidad?”, plantea la doctora.

Uno de los retos que tuvo la implementación de este programa de apoyo psicológico, fue la sensibilización de las propias Ventanillas de Salud acerca de la importancia de la salud mental de la población migrante mexicana, además de la salud física; por ejemplo, tomó unos seis años de participación de las y los estudiantes para que finalmente se les colocara su propio stand.

Las Ventanillas de Salud, que se encuentran presentes en todos los consulados mexicanos en el país vecino, ofrecen atención integral preventiva, mediante la detección oportuna y la referencia a servicios de salud especializados, así como el cuidado de enfermedades crónicas como la diabetes, el sobrepeso o la presión arterial.

Tres áreas de oportunidad para el estudiantado de Psicología

Tanto en Nueva York como en San Francisco, las y los estudiantes enviados participan en tres procesos fundamentales: el de prevención y psicoeducación, el de atención, y el de canalización. En cuanto a la prevención, las campañas sobre la importancia de la salud mental se llevan a cabo entre las personas que acuden a estas instituciones para realizar trámites.

En cuanto a la atención, los consulados cuentan con dos áreas, la de las Ventanillas de Salud y la de Protección. En las primeras, donde se atiende la salud física, el estudiantado hace un acompañamiento psicológico. “A veces las personas pueden acudir una sola vez, por lo que las y los psicólogos tienen que trabajar con un modelo de atención llamado Una sola sesión.

Tienen que hacer diagnóstico, ayudarle al o la paciente a detectar el problema, calmar a la persona, hacer contención y catarsis para que la persona pueda expresar qué le pasa, cerrar y canalizar, todo eso en una hora.

En el área de Protección de los consulados, llegan todo tipo de casos complicados, como deportaciones de un miembro de la familia, violencia doméstica, desintegración familiar o muerte de un pariente, entre otros.

Las y los profesionales de esta área no son expertos en manejo de crisis emocional, por lo que la labor de las y los alumnos es muy valiosa al dar la atención previa, hacer una intervención en crisis, bajar la angustia y ayudar a las personas a focalizar el problema. “Y entonces llegan al área de Protección con esta parte resuelta, y ya pueden explicar su situación claramente”.

El tercer proceso en el que participa el alumnado en prácticas y servicio social es el de canalización, pues muchas veces las personas migrantes no tienen toda la información de los servicios a los que pueden acudir, muchos de los cuales son gratuitos y no requieren de papeles. Así, las y los psicólogos ayudan a canalizarles para que sigan atendiendo su salud mental y emocional.

Los retos de la psicología de la población migrante

Las personas migrantes atraviesan circunstancias muy particulares que pueden no ser tan buenas como sus connacionales llegan a pensar, “viven situaciones que no nos imaginamos y a veces idealizamos”. Trabajan turnos dobles, el nivel de vida es muy caro, y a veces tienen que vivir hacinados y hacinadas en los departamentos. A través de este programa en colaboración con las Ventanillas de Salud, el estudiantado ha adquirido valiosos aprendizajes en torno a la psicología de la población migrante y estrategias para abordarla.

Las y los practicantes han enfrentado situaciones de ansiedad y depresión, derivadas a veces por un contexto nuevo al que tienen que adaptarse, por los procesos de aculturación, por el abandono de la familia que las personas migrantes dejan en sus lugares de origen, la desintegración familiar, así como trabajos muy demandantes o pesados. Además, han detectado algunos problemas de abusos de sustancias como el alcohol, debido al sentimiento de soledad, o el duelo de todo lo que las personas migrantes dejan atrás.

Las problemáticas atendidas también han variado a lo largo del tiempo, desde la discriminación hasta el temor a las deportaciones, en el periodo el expresidente Donald Trump (2017-2021), pasando por el azote del huracán Ida en Nueva York, que dejó a muchas personas sin hogar o sin pertenencias, migrantes entre ellas. Durante la pandemia por Covid-19, la población migrante en EU fue particularmente vulnerable, con escaso acceso a atención médica y psicológica.

La academia tiene que involucrarse para generar procesos de atención a las comunidades, “y la universidad está realmente comprometida con eso, con cómo podemos apoyar desde la universidad a las poblaciones vulnerables”. Ella coordina el programa en Nueva York, mientras que en San Francisco está a cargo Ana Lilia Villafuerte Montiel.