LA FAMILIA ES NUESTRO PRIMER EQUIPO DE VIDA

LA FAMILIA ES NUESTRO PRIMER EQUIPO DE VIDA

15 mayo, 2023 0 Por Rene Davila

Foto: Internet. Sin importar cómo esté conformada.

Fuente: Ibero

Algunas personas sostienen que lo más importante en la vida es la familia. Pero ¿qué significa “ser familia”? Tantos simbolismos y tanta historia. Algunas personas dicen que la familia es algo inherente al ser humano, algo que se encuentra en su naturaleza y de lo cual no se puede escapar. Otras consideran que ha sido la forma en la que la humanidad se ha organizado para permanecer. Probablemente, el mismísimo Freud diría que para poder subsistir, se requería construir una cultura, y renunciar a nuestros deseos y pasiones más primitivas como el parricidio, el incesto y el canibalismo.

Probablemente, Darwin mencionaría que fue la forma más efectiva que se encontró para sobrevivir como especie. Seguramente Foucault nos invitaría a cuestionarnos de dónde viene este concepto, a quiénes beneficia, y el poder y exclusión que ejerce en las personas que no entran en dicho discurso. ¿Qué hubiera sido de la humanidad si no se hubiera reunido de esa manera?

No se puede negar que el concepto de familia ha tenido su parte muy estratégica. Ha permitido que, al ser un grupo primario, sea quien deba de encargarse de satisfacer las necesidades más básicas como es el comer, dormir, brindar un techo, etc. Asimismo, se responsabiliza por el aporte de amor, cariño, protección y diversas herramientas que prepara a una persona para la adultez, como es la socialización, y que le llevará a poderse separar del núclero original. Pero ¿así debería de ser? ¿Así son todas las familias?

Actual y cotidianamente, la familia es valorada como una organización no sólo importante, sino esencial en la vida de todo ser humano. Culturalmente, su definición puede variar; incluso entre teóricos de una misma cultura. Sin embargo, pareciera que todas las culturas consideran como elemental a la familia en el desarrollo, y mantenimiento de la salud individual de una persona.

Familia es una palabra que ha sufrido (o se ha beneficiado de) muchos cambios en su conceptualización. Anteriormente, se decía que una familia tenía que estar formada sobre la base de un matrimonio. Hoy ya no. Anteriormente, se decía que esta relación conyugal debía ser entre un hombre y una mujer. Hoy ya no. También se decía que esta pareja debía, sí o sí, buscar reproducirse, tener crías y, además que estas compartieran su genética. Se decía que, al no hacerlo, estaban destinados al fracaso y que no tendrían quienes les cuidarían de grandes.

Se decía que la mujer debía quedarse en casa y dedicarse a la crianza y el padre era quien debía salir a buscar los recursos, y proveerles de estos mismos. Hoy ya no. Que la pareja debía de recibir todos los hijos que les fueran enviados a pesar de que su economía y muchas veces, su deseo, no se los permitiera. Que la prole debía quedarse callada ante sus progenitores, aunque estos no tuvieran razón, por el simple hecho de ser la autoridad.

Que si salían de casa era vestidas de blanco y sin haberle faltado al respeto a su apellido, incluso por encima de su bienestar, felicidad y, por qué no, su salud. Hoy ya no. Que a pesar de que una persona violentara a otra dentro del núcleo, como podía ser un abuso sexual, se le tenía que dejar pasar por el simple hecho de “ser familia”. Hoy (afortunadamente) ya no.

Sí, se han ido modificando las estructuras, el número de miembros, los roles dentro de las familias. Pero la realidad es que siempre han existido personas que no quieren casarse, o no quieren tener descendencia, o que no consideran el lazo sanguíneo como lo más importante. Siempre han existido familias homoparentales (formada por una pareja constituida por dos personas del mismo género), monoparentales (una o un solo progenitor presente), constituidas por abuelas, abuelos, con hermanos parentalizados, fungiendo roles de autoridad, entre otros muchos ejemplos.

Ahora es que se nombran, que se habla de ellas. Los modelos teóricos no deben de ser moldes donde encajar a las personas, sino propuestas, mismas que tienen un contexto y, sobre todo, una época histórica. Resta importancia cuando para una persona, la definición de familia es diferente a la de los libros. Resta importancia cuando las personas no sólo tienen el derecho sino la necesidad de definir con sus términos, conceptos, creencias y significados de sus propias experiencias. Y a su vez, esas definiciones las redefinen a ellas.

El cambio más fuerte que se observa en la evolución de las familias no ha sido en su naturaleza, sino en la forma en la que la sociedad las ha definido y, por consiguiente, la manera en la que las personas hoy por hoy la conciben y la viven. Lo que ha cambiado no son las familias, sino la forma en la que la humanidad se ha permitido asumir su diversidad y, por consiguiente, vivir y hacer suya la definición.

Existe una infinidad de características que diferencian un sistema familiar de otro. Pero al final, todas las familias deberían partir de una misma columna vertebral: el ser equipo. La familia es tu equipo de vida, es tu bandita, tu crew (en inglés), es tu hogar, tu lugar seguro y ese espacio en donde puedes sentirte libre.

Es donde puedes estar hablando sin parar y/o sentirte en comodidad en silencio. Eso pueden ser tu mamá, tu papá, tus madres, tus padres, tus abuelos, tus abuelas, primas, amigas, hermanas, mascotas, colegas, pares, maestras, maestros, etc. Vaya, puede ser quien sea, mientras sea en donde te sientes visible y considerada como persona.

Hoy es el día del equipo de tu vida, de las y los que te impulsan a construir la mejor versión de ti, de las mejores voces que te acompañan y las que apoyan tu identidad preferida, indica Ana Sofía Herrera Harfuch, académica del Departamento de Psicología en la Universidad Iberoamericana (Ibero).