CRECEN LAS CIUDADES… ¿Y LA CANTIDAD DE AGUA?

CRECEN LAS CIUDADES… ¿Y LA CANTIDAD DE AGUA?

20 marzo, 2021 0 Por Rene Davila

Foto: Internet. Crisis mundial del agua debido al crecimiento poblacional.

Fuente: UNAM

La extracción ineficiente del agua subterránea, el crecimiento sin planeación de las ciudades y el aumento en el número de sus habitantes, el alto requerimiento del sector agrícola e industrial, falta de infraestructura para tratar las aguas residuales, aunado a las sequías cada vez más severas, repercuten en la disponibilidad y calidad del agua.

Este año, el Día Mundial del Agua que se conmemora el 22 de marzo, a partir de 1993, lleva por tema “Valoremos el agua” para resaltar su significado, su verdadero valor y cómo podemos protegerla mejor. 

Expertos de la UNAM coinciden en señalar que en México es necesario conocer más del tema: cuánta agua hay, de dónde viene y a dónde va; cómo y por qué se contamina; también establecer con claridad en la Constitución que las aguas subterráneas son propiedad de la nación. Además, contar con una Ley de Aguas Nacionales que reconozca el derecho humano al vital líquido, como establece el Artículo Cuarto de la Carta Magna, e incluya a más del 97 por ciento del agua en México: la subterránea. 

Problemáticas

Eric Morales Casique, del Instituto de Geología (IGl), considera que existe una crisis mundial del agua debido al acelerado crecimiento poblacional, de manera que cada año se requieren mayores cantidades del vital líquido; las fuentes que se utilizaban, como manantiales, pozos o presas, ya no son suficientes para abastecer a la totalidad de la población.

Para Manuel Perló Cohen, del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS), debido al tema de la pandemia, el año pasado la situación fue preocupante. De los siete mil 800 millones de habitantes del planeta se calcula que dos mil 200 millones no tienen acceso al agua potable y dos mil 500 millones al saneamiento; es decir, un tercio de la población mundial. “Dado que vamos a seguir creciendo, porque en 2030 seremos ocho mil 500 millones de habitantes, debemos pensar qué hacer y cómo se va a dotar a esa población del vital líquido”. 
Además, en el mundo hay alrededor de tres decenas de “puntos calientes” por posibles conflictos en torno al agua. Por ello, también hay que valorarla como un elemento de paz, concordia y entendimiento. 

Explica Morales Casique la mitad del agua dulce del planeta (menos de dos por ciento del total) está en los casquetes polares en forma de nieve o glaciares; y un porcentaje similar es subterránea, la cual está almacenada en los poros de formaciones o fracturas de rocas, o cavernas. “Se calcula que hay más de 200 veces agua en el subsuelo que en todos los lagos del mundo”. 

De acuerdo con la CONAGUA, 39% de los usos nacionales (excepto hidroelectricidad) son suministrados por las aguas subterráneas. En la zona metropolitana de la Ciudad de México, por ejemplo, se extraen mil millones de metros cúbicos cada año y la recarga natural estimada es de 500 millones. “Estamos hablando de que se extrae el doble de lo que se recarga, con los consecuentes problemas”.

El investigador del Instituto de Geografía (IGg), José Joel Carrillo Rivera, expresa que además de la cantidad, se desconoce su calidad, qué impacto tendrá en los ecosistemas la extracción del agua subterránea, y por consiguiente, cuál es la forma sustentable de obtenerla a largo plazo. En el estado de Yucatán, por ejemplo, más del 90% del agua que se utiliza es subterránea, porque no hay ríos o lagos. En otras entidades, como Zacatecas, la situación es similar. “Eso nos debe marcar una pauta para intentar que el manejo del agua subterránea sea, científicamente, el más eficiente posible”. El agua subterránea se localiza en diversas profundidades viajando en flujos con diferente calidad, pero se carece de un número de profesionales con el conocimiento necesario de la infraestructura para extraerla; tampoco para tratar las aguas residuales. 

Manuel Perló, subraya que para México el año pasado también fue difícil en la materia, ya que por la pandemia se incrementó la demanda de 20 a 50% en abril, de acuerdo con estimaciones de la CONAGUA. Además, los organismos operadores de los sistemas de agua, aproximadamente 600 en territorio nacional, tuvieron que tomar previsiones para que el recurso no se convirtiera en factor de transmisión de la COVID-19.

«Aún no sabemos mucho de cómo interacciona el virus de la COVID-19 con el agua y como medida precautoria se aumentó el cloro para garantizar su desinfección. También existe preocupación por saber si las aguas negras pueden transmitir el virus, por lo que se ha recomendado se lleve a cabo un rápido y preciso análisis de la calidad de las aguas servidas por parte de las autoridades para evitar los riesgos de propagación de la enfermedad entre la población que tienen contacto con la misma”.  2021 será otro año de sequía, y eso afectará la cantidad de agua que podremos utilizar, tanto para uso agrícola como para abastecimiento de poblaciones. “Las presas del sistema Cutzamala, Valle de Bravo y Villa Victoria se encuentran al 50% de su capacidad, cuando ni siquiera estamos en la época más dura del estiaje, que se prolongará hasta mayo”.