DORMIR BIEN NO ES UN LUJO, ES UNA NECESIDAD

DORMIR BIEN NO ES UN LUJO, ES UNA NECESIDAD

14 marzo, 2019 0 Por Rene Davila
Quienes no duermen son irritables, ansiosos y depresivos.

Este 15 de marzo Día Mundial del Sueño.

El insomnio y la somnolencia casi no se atienden porque hay pocas clínicas.

Fuente: UNAM

El insomnio y la mala calidad de sueño tienen efectos en la memoria, la concentración, la conducta y el estado de ánimo. La mala calidad del sueño está presente en alrededor del 45 por ciento de la población, y es quizá el principal síntoma de los trastornos del dormir, indicó Ulises Jiménez Correa, académico de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM. Existen más de 100 trastornos del dormir, de ellos, el insomnio y la somnolencia son los dos síntomas universales. Alrededor del 30 por ciento de los hombres adultos somos roncadores, un problema del dormir llamado ronquido primario; en cuanto a las mujeres, el insomnio es lo que más les afecta. De las adultas mayores, 50 por ciento padecen insomnio o mala calidad de sueño.

Efectos cerebrales

A propósito del Día Mundial del Sueño, que se celebra este 15 de marzo, no dormir contribuye a problemas importantes en nuestro funcionamiento neuropsicológico: hay problemas importantes de memoria, atención, concentración y de planeación de la conducta. Afecta el estado de ánimo, quienes no duermen son irritables, ansiosos y de ánimo depresivo. Recientemente, se desarrolla una línea de investigación que sostiene que dormir nos permite eliminar sustancias que se acumulan en el cerebro durante la vigilia. “Esa idea empezó a estudiarse a inicios del siglo XX, se abandonó y ahora se ha retomado”.

Uso de dispositivos electrónicos

La exposición a dispositivos electrónicos como teléfonos celulares, tabletas, computadoras y televisiones afecta la calidad del sueño, especialmente la luz azul que emiten. Si se utilizan en la última hora antes de dormir, provocan dificultades para conciliar el sueño. “Impide que nuestro cerebro produzca una hormona llamada melatonina, y al faltar, no se puede comenzar a dormir”.

Trastornos incapacitantes y pocas clínicas

Los más incapacitantes dependen de su severidad: por ejemplo, el síndrome de apnea del sueño consiste en presentar pausas respiratorias mientras estamos dormidos. Si es severo, es completamente incapacitante porque la gente se queda dormida en cualquier lugar, lo que puede significar riesgo de muerte si sufre un accidente de trabajo o se queda dormido al conducir. En la narcolepsia, puede quedarse dormido varias veces durante el día; también se corre el riesgo de muerte. Los trastornos más frecuentes en México son el insomnio y la somnolencia, pero casi no se atienden; la razón: son pocas las clínicas del sueño en el sector público. Las hay en los institutos nacionales de Psiquiatría, Ciencias Médicas y Nutrición, de Enfermedades Respiratorias y de Neurología, así como en la UNAM. En el sector privado son cada vez más pero los servicios son muy costosos y poco accesibles para el grueso de la población.

Sueño de buena calidad

Independientemente de las horas que uno duerma, un sueño de buena calidad implica que debe haber facilidad para levantarse, mantenerse atento y vigilante desde las primeras horas de la mañana. También, que nuestro bienestar psicológico se mantenga durante la mañana y la tarde, y que podamos dormir sin problema la siguiente noche. “Ocasionalmente se puede tener un despertar en la noche para ir al baño, por algún ruido o sed; si es ocasional no hay problema, pero si se presenta todas las noches y es duradero, con dificultad para volver a dormir, entonces sí hay complicaciones, pues interferirá a la hora de levantarse por el cansancio”.

Recomendaciones

Levantarse temprano y ponerse un horario para dormir; realizar actividad física y eventualmente tomar una siesta breve (temprano, horas antes de la jornada nocturna para dormir), así como bajar la intensidad de las tareas antes de acostarse. Además, no tener distractores en la recámara como televisiones, celulares y tabletas. “No hay que llevar trabajo o alimentos a la cama, menos estimulantes como café, té o refrescos de cola”. También es importante mantener una temperatura de entre 18 y 22 grados Celsius.