FERTILIDAD DE LA FAMILIA MEXICANA

FERTILIDAD DE LA FAMILIA MEXICANA

8 junio, 2023 0 Por Rene Davila

En los últimos 20 años, la fecundidad en México ha cambiado, de casi tres hijos a uno.

México es un país en el que la familia tiene un papel fundamental. Sus miembros, más allá de conformarla, concentran a su alrededor costumbres, tradiciones y rasgos particulares, que la ligan a una tradición sociocultural más amplia.

Según el Consejo Nacional de Población, los hogares familiares comprenden el 88.1% del total de hogares del país. La mayoría son nucleares (71.3%), es decir, están formados por parejas con o sin hijas/os, o únicamente por el padre o la madre, denominados monoparentales; 27.9% son hogares ampliados, integrados por nucleares y monoparentales, pero también con la residencia de otros parientes como tíos/as, primos/as, hermanos/as, suegros/as, etcétera; por último, 0.8% son hogares compuestos, es decir, integrados por nucleares o ampliados, y además con personas que no tienen ningún parentesco con la jefa o jefe del hogar.

En la actualidad las mujeres alcanzan con mayor facilidad estudios superiores o ingresan a la fuerza laboral, por lo que al priorizar su vida profesional postergan la maternidad y la formación de una familia hasta los 31 y 36 años, mientras quienes sólo alcanzan el nivel medio superior o menos, concentran los primeros nacimientos entre los 18 y 21 años. 

Los factores que han modificado a los tipos de familias que existen en la actualidad, se relacionan con la reducción de la fecundidad, aunada al aumento de la esperanza de vida de la población, que genera un acelerado proceso de envejecimiento.

La infertilidad, que en el mundo afecta a cerca de 48 millones de parejas y 186 millones de personas. Se trata de una enfermedad del sistema reproductivo masculino o femenino, consistente en la imposibilidad de conseguir un embarazo después de 12 meses o más de relaciones sexuales habituales sin protección”.

De acuerdo con datos del INEGI y especialistas, en México, poco más del 17% de las mujeres en edad reproductiva padece infertilidad, lo que se traduce en que al menos 2.5 millones de parejas luchan con este problema.

Se estima que más de 3.5 millones han nacido en el mundo mediante técnicas de reproducción asistida. En México se calcula que 1.5 millones de parejas padecen problemas de infertilidad, sin embargo, solo un bajo porcentaje acude con un especialista para conseguir tratamiento. Este problema de salud se ha convertido en un problema sanitario, pues no solo se trata de la infertilidad sino de un problema de salud mental para las parejas que lo experimentan, debido al largo y complejo proceso que recorren para intentar quedar embarazadas.

Sin un registro oficial o información sobre la tasa de éxito de los tratamientos de reproducción asistida, es difícil conocer cuáles son los resultados en México, cuáles son los centros en el país y cuál es la repercusión de estas técnicas, considerando que dentro de esta población se encuentran adultos. Además del conocimiento que ofrecerán sobre sus beneficios en las familias, tanto en pacientes como en hijos, y en los médicos involucrados. 

El Plan M, una campaña de awareness de Ferring y una comunidad que, desde su lanzamiento en 2020, se enfoca en América Latina, especialmente en México y Colombia, en aquellas personas y parejas que desean formar una familia en el corto, mediano o largo plazo.

Las personas que se enfrentan a los diagnósticos de infertilidad acuden en más de una ocasión a recibir tratamientos, algunos convencionales y otros no tanto, en su búsqueda por concebir y dar a luz un hijo o hija de modo biológico o anatómicamente natural. 

¿Por qué acceden a ello?

En cuanto las parejas acuden a clínicas de fertilidad aumentan sus expectativas, pues conocen los “resultados” de otros casos. Sin embargo, en nuestro país es imposible contar con un reporte sobre los resultados en las clínicas de fertilidad. El “éxito de la reproducción asistida depende en buena medida de la edad de la paciente y de la calidad de los óvulos; la edad con mejor resultado para lograr un parto después de transferir un embrión es a los 28 años”.